Las altas temperaturas, vientos y sequedad extrema han causado que esta zona turística también se vea afectada por los incendios. La crisis que está viviendo la región mediterránea este verano es una de las más graves de los últimos años.
Las escenas vividas durante las últimas semanas en países del Mediterráneo como Grecia, Italia, España y Turquía se están repitiendo ahora en la costa francesa. Más de 6.000 personas, en su mayoría turistas, tuvieron que ser evacuadas este 17 de agosto de sus alojamientos debido al rápido avance de las llamas cerca de la localidad costera de Saint-Tropez.
El fuego avanzó con gran velocidad durante la noche del lunes al martes gracias a los fuertes vientos procedentes del mar Mediterráneo y a la sequía que reina en las zonas boscosas próximas a la costa a consecuencia de las temperaturas récord de las últimas semanas.
Según información preliminar, la deflagración se ocasionó cerca de un área de servicio de una carretera local. A las pocas horas, más de 900 bomberos tuvieron que ser movilizados y varios aviones con capacidad de cargar agua intentaban evitar que las llamas invadieran los principales centros turísticos. Durante esta época del año, la mayoría de las localidades de la Riviera francesa multiplican por diez su población debido al turismo, algo que resulta un peligro mayor ante el avance del fuego.
Los lugares de acampada fueron los más afectados
Hasta una docena de lugares de acampada tuvieron que desalojarse ante el rápido avance de las llamas. El humo rodeó muchos de estos lugares y los turistas tuvieron que dejar sus pertenencias para poder salir huyendo lo antes posible hacia un lugar seguro. Acto seguido las autoridades locales cerraron carreteras, bloquearon el acceso a los bosques de la región y pidieron precaución.
En unas pocas horas se estima que ardieron unas 5.000 hectáreas, llegando a aislar aldeas enteras. “Estábamos completamente rodeados por las llamas”, dijo Stephane Gady, alcalde del pueblo de La Mole, que está ubicado cerca de bosques de pinos cerca de la Riviera francesa.
De momento no se ha reportado ninguna víctima mortal, entre otras razones, gracias a la rápida actuación de los bomberos y la policía. Sin embargo, hasta 100 viviendas quedaron totalmente calcinadas, varias decenas de habitantes tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo y seis bomberos resultaron heridos por quemaduras.
Alexandre Jouassard, un portavoz de los servicios de emergencia, aseguró a la agencia Reuters que a algunos lugareños se les dijo que se quedaran adentro con sábanas mojadas debajo de las puertas en lugar de huir para evitar el caos en las carreteras durante la noche. Este tipo de situaciones son poco recomendables debido a tragedias pasadas en carreteras.
El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró este martes que la situación seguía siendo preocupante con respecto a los incendios forestales en las colinas detrás de la ciudad costera de Saint-Tropez, pero agregó que se había evitado lo peor. En su declaración lamentó que los “problemas climáticos” irán a peor en la zona si no se toman medidas.
La gran mayoría de la cuenca mediterránea apenas ha recibido precipitaciones en los últimos dos meses y ha soportado temperaturas que sobrepasaban durante varios días los 40 grados.
Los expertos climáticos auguran futuros veranos cada vez más extremos en esta región derivados del calentamiento global. En Argelia hasta 76 personas han fallecido a causa de las llamas y en Turquía 16.
Con EFE, Reuters y AP