Según un informe publicado este lunes por el diario The Washington Post, la agencia de Archivos Nacionales de EE.UU. recuperó el mes pasado de la residencia Mar-a-Lago del expresidente Donald Trump en Florida “múltiples cajas” de documentos que deberían haber sido entregados a esta agencia al dejar su cargo.

Las cajas contenían importantes registros de comunicación, obsequios y cartas de líderes mundiales, incluidas correspondencia del líder norcoreano, Kim Jong-un, con quien el expresidente norteamericano dijo que intercambió cartas de amor “muy hermosas” mientras estaba en el cargo, y una carta que el expresidente Barack Obama dejó a Trump en 2017, según el periódico estadounidense, que cita tres fuentes familiarizadas con el asunto.

El reporte ha explicado que los documentos recuperados estaban guardados incorrectamente en la casa del exmandatario.

Revelan extraño hábito de Trump de romper documentos oficiales |

Dos exempleados de la Casa Blanca tenían la tarea de recoger y volver a unir los documentos que el presidente estadounidense, Donald Trump, rompía.

Pese a que todas las administraciones recientes han violado de alguna forma la Ley de Registros Presidenciales, una fuente le ha dicho al periódico que la transferencia a Mar-a-Lago fue “fuera de lo común”, ya que es un caso sin precedente por el volumen de información sacada de la Casa Blanca.

“Archivos Nacionales nunca ha tenido tal volumen de transferencia como en ese caso”, ha afirmado la fuente.

Las discusiones entre los abogados de Trump y la agencia estadounidense comenzaron el año pasado y culminaron con la transferencia de los documentos en enero. Los Archivos Nacionales no ha hecho declaraciones pese a que medios le han pedido comentarios.

Dicha agencia estadounidense ha tenido que lidiar con un presidente que incumplía los requisitos de conservación de los documentos y que, con frecuencia los rompía, dejando centenares de páginas pegadas de nuevo y otras que llegaron a la agencia en pedazos.

The Washington Post informó anteriormente que algunos de los registros de la Casa Blanca durante la era de Trump que se entregaron al comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, habían sido rotos y pegados nuevamente.

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Según fuentes oficiales, el expresidente de Estados Unidos habitualmente rompía documentos y los tiraba después de leerlos. Además, los funcionarios reunían los documentos en “bolsas para quemar” y los enviaban al Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) para que fueran incinerados.

Tanto la destrucción de documentos de la Casa Blanca como el hecho de que Trump se llevara consigo cajas de documentos oficiales a su casa podrían ser considerados violaciones a la Ley de Registros Presidenciales, que exige a los funcionarios de la Casa Blanca mantener y conservar los documentos oficiales para transferirlos al próximo presidente del país, ha resaltado el diario.