La Administración del presidente Joe Biden incita a Pekín a cambiar su postura neutral hacia el conflicto ucraniano y a unirse a Estados Unidos para avivar las llamas, denuncia el investigador principal del Instituto de Estudios Internacionales de China, Yang Xiyu.
En un artículo de opinión de Global Times, el experto se refiere al llamamiento del portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, quien dijo el 3 de marzo: “Obviamente nos encantaría que China tomara medidas para ayudar a Ucrania en términos de autodefensa”.
“Si Kirby quiere hablar de ‘autodefensa’, también podría ofrecer alguna ayuda a Rusia para la autodefensa en sentido propio contra la provocativa expansión de la OTAN hacia el Este”, sugiere el artículo. En opinión de Yang, la auténtica intención de Washington es “prolongar la guerra hasta el final”.
Además, a juicio del investigador, EE.UU. está “muy consciente de que China no cambiará su postura“, pero insiste en este cambio a modo de un “truco”, para luego “echarle la culpa” a Pekín por “la crisis en curso”. “Después de que EE.UU. provocara la guerra, quiere que China asuma las consecuencias”, añade.
Mientras EE.UU. crea que Ucrania todavía “puede proporcionar soldados para morir”, Washington mantendrá el conflicto, y es porque quiere “atrapar completamente a Rusia en términos de seguridad”, estima el experto. Cuanto más dure el conflicto, “Rusia seguirá sangrando, los países europeos dependerán más de EE.UU. para la seguridad y la OTAN mantendrá su unidad”, explica.
No obstante, Yang señala que en este caso se trata de un mal cálculo por parte de la Casa Blanca, debido a la “arrogancia” estadounidense. “En una guerra convencional, el momento en que una potencia nuclear está arrinconada desesperadamente es el momento en que el campo de batalla convencional se convierte en uno nuclear“, advierte el analista. En este sentido, también vaticina que los esfuerzos de EE.UU. para golpear a Rusia tendrán un “efecto boomerang”.