“El plan, presentado de buena fe por Saná, contiene un fuerte mensaje de firme voluntad [de los yemeníes] por poner fin a la guerra, levantar el asedio opresivo contra el pueblo y resolver la crisis política en Yemen”, ha hecho hincapié este martes el portavoz de la Cancillería de Irán, Said Jatibzade, en alusión a un alto el fuego unilateral anunciado por Yemen.
De acuerdo al vocero persa, la iniciativa puede servir de una buena “plataforma” a fin de terminar con la guerra iniciada por la llamada coalición, liderada por Arabia Saudí, desde marzo de 2015 contra la nación yemení.
Asimismo, el diplomático ha deseado ver el fin del conflicto y una reconciliación nacional en el país árabe, “priorizando los asuntos humanitarios y avanzando en el intercambio de prisioneros”.
El presidente del Consejo Político Supremo de Yemen, Mahdi al-Mashat, anunció el sábado una tregua de tres días para detener ataques con misiles y drones (aviones no tripulados) y todas las acciones militares contra Riad por tierra, mar y aire.
El lunes, el líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Abdul-Malik al-Houthi, por su parte, aseveró a la alianza agresora que no pierda la oportunidad que brinda tal tregua, a la vez que llamó a Riad y sus socios que acuerden “un alto el fuego permanente”.
Esto debido a que los agresores no tienen ninguna posibilidad de escapar de las operaciones de represalia de las fuerzas yemeníes y salir de la situación actual a menos que pongan fin a la guerra, levanten el bloqueo total y acaben la ocupación, tal y como dejó claro el líder yemení.
Esto mientras, el Ejército yemení, apoyado por Ansarolá, ha ejecutado notables avances al atacar objetivos sensibles del enemigo en represalia a la escalada de agresión y el injusto asedio que afecta, en particular, a la nación del país más pobre del mundo árabe.
