Una protesta contra la brutalidad policial en Nueva York, EE.UU., 23 de agosto de 2014.
Irán critica a Estados Unidos por degradar los derechos humanos y convertirlos en un “juguete” que manipula en las manos para alcanzar sus metas.
En una reunión con organizaciones no gubernamentales iraníes que gozan de estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC, por sus siglas en inglés), el portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, ha señalado este domingo que, actualmente, se instrumentaliza el tema de los derechos humanos en las relaciones internacionales.
“Debido al enfoque adoptado por los centros de poder en el mundo, el tema de los derechos humanos se ha convertido en una herramienta política para avanzar en los objetivos de estos centros”, ha denunciado.
DD.HH., herramienta de EEUU para promover sus intereses
En este contexto, Jatibzade ha criticado a Estados Unidos por su enfoque sesgado de los derechos humanos. “Estados Unidos utiliza los derechos humanos como un instrumento en su caja de herramientas de política exterior para lograr sus objetivos. Desafortunadamente, este enfoque ha degradado el concepto sublime de los derechos humanos a un juguete”, ha dicho.
- Irán: Los DDHH, una herramienta para aspiraciones malignas de EEUU
Irán repudia alegaciones sin fundamento de EE.UU. y afirma que no se puede esperar más de ese país “adicto a la mentira” en la expresión de hechos y realidades.
Irán ha advertido una y otra vez de la manipulación de los derechos humanos por parte de Estados Unidos y sus aliados occidentales para atacar a países independientes.
En declaraciones similares en marzo, el secretario general de la Oficina de Derechos Humanos del Poder Judicial de Irán, Kazem Qaribabadi, criticó a Estados Unidos y a los países occidental por politizar los derechos humanos y usarlos como una herramienta de presión contra los países no alineados.
Pese a tener una larga y criticada historia de violaciones de los derechos humanos tanto en el país como en el extranjero, EE.UU. emplea este concepto para atacar e imponer las sanciones unilaterales a otros países, bajo acusaciones de supuestos abusos contra los derechos humanos.