Una Nave está pasando a través de una puerta en el Canal de Navegación Volga-Don. (Foto: Alamy)
Irán y Rusia construyen una ruta comercial desde el este de Europa hasta el océano Índico para sortear embargos impuestos a ambas naciones por países occidentales.
Se trata de una ruta comercial transcontinental de 3000 kilómetros que se extiende desde el borde oriental de Europa hasta el océano Índico, lo que conecta el mar de Azov con los centros iraníes en el mar Caspio para seguir hasta el océano Índico, según informó el miércoles Bloomberg.
El corredor alternativo permitiría a ambos gobiernos reducir en miles de kilómetros las rutas existentes.
“Se trata de establecer cadenas de suministro resistentes ante las sanciones en todo el proceso”, dijo María Shagina, experta en sanciones y política exterior rusa del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos con sede en Londres.
Asimismo, declaró que la referida red de comunicación conllevará unos 25 000 millones de dólares en el sector de comercio interior, ayudando así a facilitar el flujo de bienes que Occidente quiere detener entre Teherán y Moscú.
Las sanciones del Occidente contra Rusia e Irán no tendrán efecto, mientras los dos países estrechen sus relaciones bilaterales, opina un analista.
Es más, los datos de Bloomberg muestran que decenas de barcos rusos e iraníes, ya navegan por la ruta.
Rusia e Irán, ambos blancos de las sanciones de países occidentales, encabezados por EE.UU., se han convertido en dos aliados cercanos con el objetivo de proteger los vínculos comerciales de la interferencia occidental, construir otros nuevos con las economías gigantes y de esta manera enfrentarse con los embargos.
EEUU, preocupado por la ruta ruso-iraní
“Es un área que estamos observando cuidadosamente, tanto esa ruta como, en general, la conexión entre Irán y Rusia”, precisó el jefe de la Oficina de Coordinación de Sanciones del Departamento de Estado, James O’Brien luego de anunciar la semana pasada nuevas sanciones que apuntan a los ejecutivos de Russian Railways.
