El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante una reunión en la Cumbre de la Unión Africana (UA) en Etiopía, 18 de febrero de 2024.
El canciller israelí ha reaccionado ante las declaraciones del presidente de Brasil y sus denuncias sobre el genocidio en Gaza y lo ha tildado de “persona no grata”.
Las declaraciones de Luiz Inácio Lula da Silva comparando el genocidio israelí en Gaza con la campaña de Adolf Hitler durante la II Guerra Mundial contra los judíos, ha escalado las tensiones entre Brasil y el régimen de Tel Aviv.
Durante su participación en la Cumbre de la Unión Africana (UA) en Adís Abeba, capital de Etiopía, el domingo, Lula da Silva criticó las atrocidades israelíes en el enclave costero palestino. “Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio”, aseguró.
Estas afirmaciones enfadaron a las autoridades israelíes, en concreto, el ministro de asuntos exteriores, Israel Katz tildó al líder socialista de “persona no grata”, incluso llegó a decir que “no perdonaremos ni olvidaremos” las declaraciones de Lula hasta que ofrezca disculpas y retire sus palabras”.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, volvió a criticar a Israel por sus acciones en Gaza, acusándolo de asesinar a niños “sin ningún criterio”.
En este sentido, el canciller israelí convocó al embajador brasileño en los territorios ocupados, Federico Mayor, para presentarle sus quejas al respecto.
Desde el principio de los ataques de Israel contra Gaza, 7 de octubre pasado, la entidad sionista ha asesinado más de 29 000 palestinos y más de 69 000 han sufrido lesiones, según el Ministerio palestino de Salud.
Durante los últimos cuatro meses, Israel ha destruido 60 mezquitas, más de 390 centros educativos, unos 100 sitios históricos y 84 % de las instalaciones de salud en la Franja de Gaza y busca atacar a Rafah, donde actualmente se encuentran más de 1,5 palestinos.
Pese a las advertencias de muchos entes internacionales y un grupo de personas, Israel sigue llevando a cabo ataques en sur del enclave costero con el fin de intimidar los gazatíes para que salgan de su tierra.