El Gobierno israelí ha ordenado retirar de inmediato a las mujeres que realizan funciones de guardia de seguridad en las prisiones de todo el país después de que se informara de una relación sexual entre varias guardias de seguridad que realizan el servicio militar obligatorio y un preso palestino condenado por terrorismo.
El Tribunal de la Magistratura de Petah Tikva ha impuesto un embargo informativo sobre el caso, por lo que no se ha informado siquiera de en qué prisión se ha producido el escándalo.
Sin embargo, tras trascender la noticia, la comandante del Servicio de Prisiones de Israel, Katy Perry, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, publicaron un comunicado anunciando el “fin inmediato” de la presencia de mujeres militares en prisiones.
El diario israelí Yedioth Ahronoth ha publicado que el preso palestino es un miembro de Al Fatá condenado por un atentado en el que murieron israelíes en el centro de Israel que utilizaba un teléfono móvil para mantener contacto con varias guardias y enviarles fotografías.
Este jueves se realizó un interrogatorio de una guardia de seguridad que reveló que otras cuatro guardias mantuvieron relaciones con el preso. Las cinco estarían terminando el servicio militar obligatorio de dos años.
Un abogado de la guardia de seguridad ha asegurado que el preso amenazó a su cliente para mantener relaciones no consensuadas, pero fuentes de la Policía han señalado que existen pruebas de que las relaciones fueron consentidas. El preso fue trasladado este viernes a un ala de aislamiento.