Un días después de que se produjera una nueva liberación de rehenes por parte de Hamás e Israel, tanto los altos mandos de Estados Unidos como los del país hebreo están intensificando sus contactos para conversar sobre la continuidad del alto el fuego que entró en vigor el pasado 19 de enero. Todo, ahora, parece tambalearse de nuevo y la prensa israelí señala que el propio Netanyahu no estaría interesado de hecho en entrar en una segunda fase de la tregua. Además, entre estas conversaciones, el ministro israelí de Finanzas ha asegurado que ya han comenzado los preparativos junto al país estadounidense para expulsar a los palestinos de Gaza.
Por el momento, lo cierto es que este domingo se ha trasladado hasta Israel el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. Éste se ha reunido con Netanyahu para intentar lograr algún avance hacia la implementación de la segunda etapa del acuerdo y detallar además la propuesta de la administración Trump de tomar el control de la Franja, movilizar a los gazatíes a otros países y reconstruir el enclave.
En una rueda de prensa posterior a ese encuentro, el mandatario israelí ha agradecido el apoyo estadounidense y ha asegurado que trabajan en una “estrategia en común” sobre Gaza, aunque ha rehusado dar más detalles de lo hablado en la reunión junto a Rubio. Netanyahu, asimismo, ha prometido que Israel conseguirá sus objetivos de acabar con Hamás, traer de vuelta a todos los rehenes del grupo palestino y hacer que Gaza no sea una amenaza para Israel en el futuro.
Éste ha sido el primer encuentro llevado a cabo por Rubio desde que asumió su cargo en enero. Además, el nuevo jefe de la diplomacia estadounidense ha llegado a Israel tras participar en la Conferencia de Seguridad en Munich y ha visitado el país como parte de una gira que también le llevará a Arabia Saudí para conversar de igual manera sobre la paz en Ucrania con funcionarios rusos.
En la misma línea, el jefe del Ejército israelí, Herzi Halevi, viajará este domingo por la noche a Estados Unidos para reunirse por otro lado con la cúpula militar de este país y tratar “asuntos estratégicos y operativos clave”. Así lo han comunicado también las propias fuerzas israelíes, quienes han detallado que durante su ausencia, que durará hasta el jueves, será el subjefe del Estado Mayor israelí, Amir Baram, quien ejercerá el cargo de jefe del Ejército.
El propio Halevi anunció su dimisión a mediados de enero y dejará el cargo el próximo 6 de marzo, por lo que aprovechará además el viaje para agradecer la cooperación militar por parte de Estados Unidos y “explorar maneras de impulsar aún más esta cooperación”, un anuncio que se produce después de que este domingo Israel recibiera un cargamento de bombas pesadas aprobado por Trump y que precisamente la anterior administración de Joe Biden había decidido paralizar.
Ante este escenario, este sábado Trump dio su apoyo total al Gobierno israelí para que éste hiciera lo que considere oportuno con el acuerdo de alto el fuego. Además, este sábado Netanyahu aseguró que tiene previsto reunir “lo antes posible” a su gabinete de seguridad para decidir los próximos pasos de la tregua, cuyas negociaciones para una segunda etapa tendrían que haber comenzado el pasado de hecho 3 de febrero según ha denunciado Hamás, quienes han considerado estos hechos de “violación grave” de los acuerdos.
Asimismo, el ministro de Finanzas israelíes Bezalel Smotrich, ha asegurado en una entrevista que el Gobierno israelí ya ha puesto en marcha los preparativos junto a Estados Unidos para expulsar de forma masiva a los palestinos de Gaza. Así lo ha indicado en una entrevista en el canal israelí 12 Smotrich, limitándose a decir que “un equipo ha comenzado los preparativos junto con el equipo del presidente” en referencia a Donald Trump.
“Tenemos dos componentes que deben implementarse. El primero es encontrar países que estén dispuestos y obviamente sean capaces de absorber (a los palestinos). El segundo es la enorme operación logística para sacar a esa gran cantidad de personas de aquí”, ha destacado Smotrich al respecto, refiriéndose además a estos planes como “migración voluntaria” y que serán los propios palestinos quienes decidan irse.