Israel y Hamás dan un paso adelante para alcanzar un alto el fuego y ambas partes han decidido retomar las negociaciones para conseguir un acuerdo, aunque el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha recalcado su intención de continuar con su ofensiva en Rafah, lo que ya ha levantado ampollas en Israel. El encuentro tendrá lugar en El Cairo, capital de Egipto, lugar al que acudirá una delegación israelí. De esta manera, EEUU, Qatar y Egipto continúan con su labor para tratar de poner fin a la guerra que comenzó el pasado 7 de octubre.
Las conversaciones se reanudan así después de que el pasado viernes Israel decidiera retirar a su grupo de negociadores tras un cruce de acusaciones entre ambas partes. Tras la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se aprobó una resolución para demandar un alto el fuego, el grupo terrorista aseguró que se ceñía “a su postura”.
El grupo calificó como imprescindible “un alto el fuego exhaustivo” en el que se incluyera la retirada de tropas israelíes de Gaza, el retorno de desplazados y la liberación de presos palestinos a cambio de los rehenes secuestrados en los ataques perpetrados en el inicio del conflicto.
Israel desestimó la propuesta presentada el 14 de marzo ante lo que desde el gabinete de Netanyahu se consideraron como “reclamaciones poco realistas” y “demandas delirantes”. Ante esta situación, Hamás acusó a Netanyahu de “socavar” los esfuerzos diplomáticos y “obstruir” la posibilidad de un acuerdo.
A pesar de la prolongación de las negociaciones, el mandatario israelí ha asegurado que “nada detendrá la operación militar contra Hamás en Rafah”. En Israel, sin embargo, la tensión sigue creciendo después de un fin de semana de protestas en Jerusalén miles de israelíes han protestado para pedir la celebración de elecciones ante la gestión que Netanyahu está haciendo del conflicto.
Por primera vez, a las protestas antigubernamentales se unieron además familiares de los rehenes secuestrados, que reclamaron además un acuerdo que facilite la liberación de los 130 cautivos que aún permanecen en el enclave. Se trata de la protesta más multitudinaria en Israel desde que comenzó la guerra, con 100.000 asistentes, según las estimaciones de los organizadores.
“Si no puede traerlos de vuelta, dé un paso al lado, váyase. Necesitamos a alguien en su lugar que sí pueda hacerlo”, afirmó durante la protesta la hija de Hanna Katzir, una de las rehenes liberadas durante la tregua de siete días acordada entre Israel y Hamás el pasado noviembre.
El primer ministro, en declaraciones a los medios al mismo tiempo que tenía lugar la marcha, aseguró que convocar elecciones anticipadas solo serviría para paralizar las negociaciones para liberar a los secuestrados. “El primero en agradecerlo sería Hamás“, indicó.