Italia tiene intención de salir antes de finales de 2023 de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) impulsada por China, informó este martes Bloomberg citando fuentes familiarizadas con el asunto.
Durante una reunión celebrada la semana pasada en Roma, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aseguró al presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., Kevin McCarthy, que si bien todavía no se ha tomado la decisión final, su Gobierno está a favor de abandonar dicho proyecto, según revelaron personas presentes en las conversaciones.
Estas fuentes indicaron que Washington ha presionado de manera activa a Roma para que adopte una postura pública sobre el tema y deje de lado dicha iniciativa, pero el país europeo teme que este paso pueda conllevar represalias económicas por parte de Pekín.
Asimismo, señalaron que el potencial movimiento está estrechamente relacionado con la postura de Meloni sobre las inversiones chinas en Italia y, en particular, sobre una próxima decisión acerca de si utilizar el Poder Ejecutivo para reducir la influencia de la compañía china Sinochem Holdings, el mayor accionista del fabricante de neumáticos italiano Pirelli.
En este sentido, precisaron que el Gobierno italiano podría adoptar una postura más neutral sobre el papel de Sinochem como parte de la decisión general de salir del BRI, que ha supuesto 900.000 millones de dólares de financiación en proyectos de infraestructura a nivel mundial.
Italia se sumó a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, también conocida como Nueva Ruta de la Seda, en 2019, cuando gobernaba el entonces primer ministro Giuseppe Conte, convirtiéndose así en el único país del Grupo de los Siete en formar parte del acuerdo.
Como gran parte de Europa, el país transalpino se ha visto afectado por las crecientes tensiones entre EE.UU. y China, que se han agravado en los últimos meses a la luz del continuo apoyo de Pekín a Moscú, según el medio estadounidense.
