La excandidata presidencial asumirá la misma cartera que ocupó durante el Gobierno de Mauricio Macri entre 2015 y 2019
Patricia Bullrich, el halcón de la derecha tradicional argentina que se quedó en el camino a la presidencia ante el auge de la ultraderecha, será la ministra de Seguridad del Javier Milei. La excandidata presidencial, que quedó tercera en la primera vuelta del pasado 22 de octubre, había dejado atrás los insultos de Milei para apoyarle en el balotaje para desbancar al peronismo. Milei arrasó con las elecciones el pasado domingo con el 56% de los votos y le ofreció el cargo este jueves, según han confirmado fuentes del partido del ultraderechista a EL PAÍS. Bullrich repetirá el cargo que ya ejerció durante el Gobierno del liberal Mauricio Macri entre 2015 y 2019, y sella la influencia que se ha ganado el expresidente en el Gobierno que asumirá sus funciones el próximo 10 de diciembre.
Bullrich y Milei mantuvieron una larga batalla de acusaciones cruzadas durante la campaña. Milei había llegado a calificar a Bullrich de “su segunda marca” después de que esta ganara la candidatura de su partido imponiéndose ante el sector moderado de la alianza electoral de centroderecha que la aupó, Juntos por el Cambio. Bullrich, que intentó retratarse como una opción de “cambio responsable” ante el histriónico Milei, llegó a denunciarle ante la Justicia después de que el ultra la acusara de “terrorista” y de “tirar bombas en jardines de infantes” durante su militancia juvenil en Montoneros, el grupo guerrillero del peronismo de los setenta.
Todo quedó enterrado tras la primera vuelta. Bullrich llamó a una conferencia de prensa tres días después de quedar eliminada de la carrera el pasado 22 de octubre y anunció su apoyo a Milei por “la obligación de no ser neutrales” ante un peronismo que había remontado para pelear la elección definitiva contra Milei. “Cuando la patria está en peligro, todo está permitido”, anunció entonces Bullrich, e implosionó la alianza electoral del centro a la derecha que se había conformado como el gran contrapeso del peronismo desde que llevó a Macri al poder en 2015.
Bullrich y Milei compartían más que el antiperonismo. Una de las mujeres más fuertes del Gobierno de Macri, Bullrich hizo campaña prometiendo bajar la edad de imputabilidad, reformar el Código Penal para incorporar un régimen especial de legítima defensa para uniformados y prisiones de máxima seguridad. Se impuso ante el moderado Horacio Rodríguez Larreta, alcalde saliente de la ciudad de Buenos Aires y antiguo delfín de Macri, cuyo discurso de diálogo y de generar consensos entre todos los sectores políticos no encendió pasiones en campaña. Como ministra, Bullrich encendió polémicas por la defensa de policías acusados de excesos y por la represión de las protestas. Solía vestirse de militar e inundaba las redes sociales con vídeos en los que incautaba alijos de drogas, levantaba piquetes de protesta o detenía delincuentes. Pese a la polémica, sobrevivió durante todo el mandato de Macri en una de las carteras más convulsas de un Gobierno argentino.
Ahora, con Milei y Macri aliados para gobernar desde el próximo 10 de diciembre, Bullrich repetirá el cargo. El nuevo presidente ha prometido un ajuste del gasto público “sin gradualismo ni tibieza” y mano dura a quien se oponga. Tendrá un alfil dispuesto a dar la batalla.
El posible ministro de Economía, otro hombre de Macri
El presidente electo todavía no ha designado a los responsables del equipo que acapara todas las miradas, el de su ministerio de Economía. Pero este jueves, en medio de las negociaciones entre Milei y los antiguos funcionarios del macrismo, el principal candidato ha sido apuntado: Luis Caputo, que fue secretario de Finanzas y presidente del Banco Central durante el Gobierno de Mauricio Macri. El “Messi de las finanzas”, como lo describió en su momento Macri, fue uno de los creadores del préstamo con el Fondo Monetario Internacional que Argentina paga desde 2018.
Caputo se formó en Wall Street, trabajó en JP Morgan y el Deutsche Bank, y es considerado un hábil negociador con excelentes relaciones con los mercados. “Es una persona que está en condiciones de estar en el cargo, sin lugar a dudas”, le elogió Milei el miércoles por la noche, en una de las entrevistas televisivas que da a diario desde que es presidente electo. Su posible designación amenaza con abrir grietas entre los primeros colaboradores del presidente electo, que de confirmarlo tendría dos de las carteras más importantes a cargo de la vieja política que juró destruir.
El rumor ya ha ahuyentado a uno de sus principales referentes económicos: Emilio Ocampo, ideólogo de la dolarización que Milei agitó en campaña, ya no será el presidente del Banco Central, cargo que Milei le había adjudicado con el fin de “cerrarlo” durante su Gobierno.