El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este lunes que la ofensiva del Ejército de Israel sobre la Franja de Gaza, que ha causado la muerte de más de 35.500 palestinos en siete meses, “no es un genocidio” y volvió a cargar contra la decisión de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) de pedir órdenes de arresto internacionales contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant. Una petición que tachó de “escandalosa”.
Asimismo, ha vuelto a insistir durante la celebración de un acto en que “no se puede comparar” a Israel con Hamás, cuyos principales líderes también han sido objetivo de esta petición.
“No creemos que tengan jurisdicción sobre ninguna de las partes de este conflicto, y eso incluye a Hamás. Nosotros creemos firmemente que Hamás debe rendir cuentas“, ha declarado el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, durante una rueda de prensa.
Tras ser preguntado sobre si esta rendición de cuentas incluiría la muerte, Miller ha manifestado que “podría ser por la muerte o podría ser mediante un tribunal israelí”.
El fiscal jefe del TPI, Karim Khan, reclamó este lunes la emisión de órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y varios altos cargos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) por supuestos crímenes de guerra y contra la humanidad a raíz de los ataques del 7 de octubre por parte del grupo y la posterior ofensiva contra la Franja de Gaza.
Estados Unidos no ha ratificado el Estatuto de Roma con el que se constituyó la CPI y tradicionalmente se ha opuesto a varias investigaciones de este organismo.