El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, en el 10 del Downing Street, 6 de julio de 2022.
El todavía primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, tiene como objetivo abandonar la política para siempre después de ser obligado a renunciar.
Johnson, que anunció el pasado jueves que renunciará como líder del Partido Conservador y jefe del Ejecutivo jaqueado por una ola de renuncias en su Gobierno a raíz de una larga serie de escándalos éticos que lo tuvo como protagonista, baraja la posibilidad de abandonar por completo la política, informó el sábado el diario The Daily Telegraph citando dos fuentes.
Según el rotativo, Johnson, que seguirá desempeñando como el premier hasta que sea elegido su sustituto, está evaluando si quiere permanecer como diputado conservador en la Cámara de los Comunes del Parlamento y seguir así el ejemplo de su predecesora Theresa May o retirar su candidatura para las próximas elecciones.
Conforme a las fuentes, el aun premier británico decidió que ahora “no puede forzar una elección parcial” en su circunscripción de Uxbridge y South Ruislip tras una serie de derrotas de su partido en las legislativas complementarias.
Después de abandonar definitivamente el cargo, Johnson podría volver a escribir y pronunciar discursos, actividades que ya le habían proporcionado “ingresos lucrativos” antes de asumir puestos de importancia en el Gobierno en 2016.
“Está tomando este fin de semana para pensarlo. No creo que haya decidido todavía”, dijo uno de los informantes.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anuncia su dimisión como líder del Partido Conservador, tres años después de llegar triunfante al poder.
La crisis en el Gobierno llegó casi un mes después de que los ‘tories’ sometieran a Johnson a un voto de confianza. Aunque el primer ministro contó con 211 votos de respaldo que le permitió seguir en el cargo, 148 parlamentarios conservadores expresaron su desconfianza, lo que representa más del 40 % del grupo.
La moción de censura se materializó tras la publicación de un informe en el que se investigaron los pormenores del escándalo llamado ‘partygate’, relacionado con la celebración de varias fiestas en la sede del jefe del Ejecutivo en Downing Street en medio del primer y segundo confinamiento nacional por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19 cuando las normas sanitarias prohibían las reuniones sociales en el país.