Sputnik conversa en exclusiva con el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, tras la decisión del Gobierno estadounidense de extender el decreto que declara al país bolivariano como una amenaza para Estados Unidos. Las relaciones con la Unión Europea y el papel de China y Rusia han sido otros de los temas abordados.
—El Gobierno estadounidense acaba de extender la orden ejecutiva que declara a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad de Estados Unidos. ¿Qué ha hecho Venezuela para que Estados Unidos la considere una amenaza? y ¿qué significa para su país la extensión de este decreto?
—Venezuela no representa una amenaza para ningún pueblo en el mundo, eso es una absoluta falacia ideologizada desde el año 2015 contra Venezuela, y lo que significa esto para nuestro país es que la élite dominante en Estados Unidos extiende sus capacidades para seguir imponiendo medidas coercitivas unilaterales, para seguir limitando las capacidades de la producción en Venezuela, las capacidades para la importación de medicamentos, de comida y seguir generando daño y sufrimiento en Venezuela. Eso es lo que implica esa extensión.
—Recientemente el secretario de Estado de Estados Unidos dijo que ya no promoverán “la democracia con intervenciones militares” y, a su vez, llamó a Juan Guaidó para hablar sobre el “retorno de la democracia en Venezuela”. ¿Qué esperan ustedes de la administración Biden?
—Te diría sobre lo de las operaciones militares como Santo Tomás ‘ver para creer’ y ojalá que así sea. Sobre qué esperar de Blinken y Estados Unidos, te diría como José Gervasio Artigas, el gran uruguayo, ‘no esperamos nada, sino de nosotros mismos’. Nosotros saldremos adelante independientemente de lo que hagan o no hagan en Washington sobre Venezuela.
—Las relaciones con la Unión Europea también atraviesan momentos complicados tras la imposición de sanciones contra funcionarios venezolanos. ¿Es Venezuela contra el mundo o todos ellos en contra de Venezuela?, ¿qué es lo que pasa, canciller?
—Es el sistema capitalista corporativo que no quiere permitir que en un país con los recursos que tiene Venezuela pueda desarrollar su propio modelo y no esté enganchado a ese sistema capitalista, y los gobiernos que expresan ese sistema, como el de Washington o los Gobiernos europeos, rechazan la posibilidad de que nosotros podamos tomar nuestro propio destino y tratan de bloquear nuestro progreso y nuestro avance por todas las vías. Eso es en realidad el fondo del problema, tanto con Estados Unidos como con Europa y con cualquier país que responda a los intereses corporativos.
—Recientemente la exembajadora de Venezuela ante la Unión Europea, Claudia Salerno, denunció en una entrevista con nuestro medio que España, Alemania, Francia y los Países Bajos eran quienes presionaban en el seno de la Unión Europea para imponer más sanciones contra Venezuela. ¿Es así? y ¿qué interés tendrían estos países en desestabilizar a Venezuela?
—La información que tenemos es que efectivamente esos cuatro países fueron los que más influyeron en esta oportunidad. No sabemos la razón exactamente, no sé qué ganan ellos desestabilizando a Venezuela a partir de las sanciones, pero en todo caso es una posición de la Unión Europea y nosotros la hemos rechazado de manera integral, y no lograrán ellos ni logrará Estados Unidos impedir que nosotros resolvamos nuestros asuntos entre los venezolanos, en paz, en democracia ni tampoco podrán impedir, a pesar de tantos ataques que volvamos a reactivar plenamente nuestra economía y nuestra capacidad productiva.
—¿Cómo han afectado estas sanciones de la Unión Europea y el bloqueo económico y financiero de Estados Unidos contra Venezuela?
—Sí, hay que diferenciarlas. Las medidas de Estados Unidos a la economía en general, a la industria petrolera, al Banco Central de Venezuela, la persecución de los terceros que proveen a Venezuela o que exportan de Venezuela, todo eso por supuesto tiene un impacto superior que afecta a los 30 millones de venezolanos y todas las áreas de la sociedad.
El informe de la relatora de derechos humanos de la ONU sobre el impacto de las sanciones en los derechos humanos es muy claro, muy extenso y riguroso y pueden recurrir a él para ver los efectos.
Las sanciones de la Unión Europea tienen un carácter más político, pero van dirigidas contra la democracia venezolana, la institucionalidad venezolana, eso daña el prestigio, o pretende dañar el prestigio de Venezuela, pretende negarle a Venezuela acceso al financiamiento internacional, pretende colocar a Venezuela en una situación de acorralamiento a partir de señalamientos políticos. Cuando se sanciona a un ministro de Finanzas o a una vicepresidenta tiene efectos en las capacidades de la república para alcanzar acuerdos, para reunirse con inversionistas, todas las personas sancionadas por la Unión Europea no pueden viajar a territorio europeo y eso afecta el intercambio comercial, los negocios que se puedan hacer, de manera que siendo de otro nivel las sanciones de la Unión Europea tienen un impacto directo político y con consecuencias económicas contra Venezuela.
—La reciente visita de la ministra de Exteriores de España a Colombia provocó una nueva tensión entre España y Venezuela y el presidente Maduro ordenó revisar a profundidad las relaciones con España. ¿En qué estatus está eso: se están revisando las relaciones o se calmaron las aguas? y ¿por qué Venezuela consideró esta visita como una agresión?
—Desde Colombia se han organizado, planificado y financiado con el apoyo del Gobierno del señor Duque todos los planes desestabilizadores contra Venezuela, operaciones con mercenarios estadounidenses, venezolanos, paramilitares, aquella operación de la supuesta ayuda humanitaria, hay campos de entrenamiento, en este momento en el que tú y yo estamos hablando en Colombia para agredir a Venezuela, y sobre todo en la frontera con Venezuela, en el departamento del Norte de Santander [Colombia ] y en Táchira, en Venezuela, hay una situación muy compleja de violencia y de agresión, el uso de la migración venezolana para atacar a Venezuela, de manera que la señora ministra española puede visitar el país que ella quiere, puede ir a Colombia, lo que nosotros hemos objetado y el presidente ha criticado ha sido la visita de ella a Cúcuta con la canciller de Colombia, que nos ha agredido hasta más no poder, para meter a Venezuela en una visita que no tenía nada que ver con Venezuela.
Las relaciones entre España y Colombia, son relaciones entre España y Colombia. Fue una visita innecesaria a Cúcuta que está direccionada políticamente contra Venezuela y efectivamente estamos en proceso de revisión. El presidente tiene en su poder una serie de medidas que podrá él discrecionalmente tomar o no porque él es quien lleva las relaciones internacionales de la República.
—Pero la ministra española insiste que el interés de ella es favorecer al diálogo entre las fuerzas internas en Venezuela.
—Sí, bueno, ella puede querer lo que sea, pero lo que hace es otra cosa. El Estado español le da refugio a un terrorista como Leopoldo López, le dieron refugio en la embajada y luego en su territorio, promueven sanciones contra Venezuela desde la Unión Europea. España está dentro de los cuatro países más activos para lograrlo y, luego hacen este tipo de gestos como la visita a Cúcuta, absolutamente innecesaria y que representa una ofensa a Venezuela, así que sería bueno que la ministra española tuviera un poco de coherencia entre lo que dice querer y lo que hace en la práctica.
—En menos de tres meses Leopoldo López ya se ha reunido dos veces con el expresidente Álvaro Uribe, quien es acusado de fomentar el paramilitarismo en Colombia y quien en una ocasión dijo que si hubiera tenido más tiempo hubiera bombardeado Venezuela. Además, como lo denunció el presidente del Parlamento venezolano, acaban de reunirse en Bogotá opositores venezolanos con funcionarios del Gobierno estadounidense y colombiano ¿Qué podría esperar Venezuela de estas reuniones en Colombia?
—Lo peor, la peor combinación: Colombia, Estados Unidos y Leopoldo López. Lo que se puede esperar de ahí es violencia, agresión, muerte, golpes de estado y nuestras fuerzas de seguridad, nuestra fuerza armada y de orden público e inteligencia están alerta al máximo nivel para evitar que desde Colombia se generen nuevas agresiones.
—Rusia y China siempre se han opuesto a las medidas que violan la soberanía de Venezuela y hemos visto en los últimos meses que mientras EEUU y la UE han impuesto sanciones, China y Rusia han tendido la mano para atender la emergencia sanitaria por el coronavirus con el envío de vacunas e insumos médicos. Algunos en Europa dicen que esta es la nueva estrategia diplomática de China y Rusia para ganar influencia. ¿Ustedes cómo lo valoran?
—Lo valoramos altamente porque ante el bloqueo de Estados Unidos, que además tiene una gran influencia en toda la región, porque tiene el dominio del comercio, de la ruta, del sistema financiero, también las agresiones de la Unión Europea, hemos contado con el apoyo solidario de Rusia, China, Turquía y otros países en el mundo, de Cuba, por supuesto, para atender la pandemia, que sin ese apoyo hubiera sido imposible para Venezuela. Hay que destacar también el apoyo que nos ha dado Naciones Unidas a través de la OMS y de la Organización Panamericana de la Salud.
No sé, podrán hacer el análisis geopolítico, pero sin lugar a duda lo que han hecho Rusia y China no es otra cosa que respetar la Carta de las Naciones Unidas. No hay en esa carta, ni en ningún manual o resolución aprobada del derecho internacional público, algo que avale las medidas coercitivas unilaterales y el bloqueo con intencionalidad política y sufrimiento a toda una nación y, por eso, al respetar el derecho internacional ellos están ayudando a Venezuela. No se trata de otra cosa.
—Venezuela no es el único país afectado por un bloqueo económico o por sanciones. Está el caso de Cuba, bloqueado desde hace 60 años; o Irán, Siria, e incluso de Rusia, que cada tanto tiempo son sancionados o por EEUU o por la Unión Europea. Usted como internacionalista, ¿hacia dónde cree que podría estar caminando el mundo si se normaliza que se apliquen medidas que violan los principios básicos del Derecho Internacional?
—Estaríamos ante la barbarie, por eso es que se ha reaccionado. Puedo decirte que tenemos contacto los países “sancionados”, objeto de medidas coercitivas unilaterales para no solo enfrentarlas en el campo diplomático y político, sino en la práctica, y diseñar nuestros propios procesos de intercambio, de pagos, de transacciones financieras y con el aprendizaje de que cada uno de estos países, que unos tienen más tiempo bloqueados que otros, como lo decías, Cuba, Irán, Zimbabue y Venezuela, con una dosificación muy alta en los últimos años que equivale a una gran experiencia también, Rusia, la propia China ha sufrido sanciones, y otros países del mundo. Estamos constituyendo un grupo de países para enfrentar esta situación y estamos presionando también a las Naciones Unidas para que evite y podamos aprobar las decisiones que correspondan, en las instituciones que correspondan, para evitar que se normalice y se acepte este tipo de violaciones tan flagrantes y con tantas consecuencias humanas y humanitarias como son los bloqueos a través de medidas coercitivas unilaterales.