Clara Brugada, la candidata morenista para la capital de México, es la favorita de la ciudadanía, muy por delante del opositor del PAN Santiago Taboada, al que saca 11 puntos de preferencia. Salomón Chertorivski, de Movimiento Ciudadano, más desconocido entre la población, apenas recaba en este momento un 3% de los apoyos electorales. Los comicios del 2 de junio dejarán ver si la exalcaldesa de Iztapalapa ha sabido mantener la ventaja que le otorga esta encuesta de Enkoll encargada por EL PAÍS para la que se entrevistó entre el 11 y el 15 de enero a 1.014 personas en sus viviendas. Brugada tuvo un abrupto inicio en esta carrera, en la que competía por el cartel de Morena con el jefe de la policía de Ciudad de México, Omar García Harfuch. Ella perdió aquella encuesta, pero el reparto por sexos que impone la ley la hizo vencedora con una confianza mermada por parte de su partido, que había apostado por García Harfuch para hacerse con el voto de los barrios altos de la capital. Sin embargo, Brugada parece haber ganado pulso en estas semanas.

A la exalcaldesa de Iztapalapa la conoce el 79% de la ciudadanía y un 49% manifiesta una buena opinión de ella, lo que la sitúa por encima de los demás adversarios en intención de voto: un 48% le daría su boleta si hoy se celebraran las elecciones. Esa es la preferencia bruta, es decir, la que incluye a aquellos que todavía no tienen clara su opción, la mejor referencia cuando aún falta tanto tiempo para el día clave. Taboada, que se ha desempeñado hasta ahora como alcalde de la Benito Juárez, una de las zonas más acomodadas de la ciudad, alcanza un 37% de preferencia bruta y solo un 27% de los consultados tienen una opinión favorable sobre él. El 57% asegura que le conoce, pero cabe preguntarse por qué: Taboada ha estado en el ojo del huracán mediático por un famoso caso de corrupción, el llamado cartel inmobiliario, un ilícito negocio de construcción que llevó a la cárcel a su antecesor en el cargo, Christian von Roehrich. Esa circunstancia puede estar pesando en el despegue del candidato, que encabeza la coalición del PAN, PRI y PRD.

El panismo tenía como aspirante para los comicios capitalinos a Xóchitl Gálvez, con la que la oposición pensaba ya en el asalto al poder de un territorio que siempre ha estado en manos de la izquierda y que es la catapulta para los presidentes de la República. Pero Gálvez se saltó ese paso para contender directamente a las presidenciales y dejó a la oposición un tanto huérfana en la ciudad. Muchos son quienes piensan ahora que aquello no fue un paso adelante, sino un tropezón. Taboada deberá esforzarse por movilizar a un electorado al que Brugada llama con fuerza apelando a las clases medias en todos sus discursos. La exalcaldesa ha gobernado el distrito más populoso y uno de los más pobres de la ciudad, un granero de votos morenistas que ella ha sabido conservar cuando los vientos soplaban en contra de su partido, en las pasadas elecciones intermedias de 2021, el momento más esperanzador para la colación opositora, que se hizo con nueve alcaldías frente a las siete que apoyaron a Morena. Ese fue el techo del frente opositor, suele decir Brugada. Podría no serlo, sin embargo, la elección de Taboada para cartel electoral ocasionó un estropicio en la alianza que encabeza, con sonadas deserciones priistas que perturbaron la salida de meta del candidato. Otro tropiezo.

Volviendo a la encuesta, a Salomón Chertorivski, el candidato del partido naranja, solo le conoce el 37% de la gente y un 13% opina bien de él, pero no es suficiente para un buen desempeño electoral, que ahora le sitúa en el 3% de la preferencia bruta. Es el mismo porcentaje que señala a Movimiento Ciudadano como su formación política favorita para la contienda capitalina. Como partido, Morena evidencia el mejor arrastre de votos: el 46% defendería esa camiseta, la lleve quien la lleve, frente al 23% del PAN y el 11% que recolecta el PRI. De fuerte ascendencia en la capital, el PRD se sitúa con su 4% aun por encima de Movimiento Ciudadano. Cuando se pregunta al revés, es decir, por qué partido jamás votaría, no hay novedad: la caída en picado que viene protagonizando el PRI le hace aparecer más como un lastre que como una alianza ventajosa.

Las preocupaciones de los citadinos son similares a las que manifiesta el resto del país. La inseguridad y el narcotráfico, que vienen a ser lo mismo, suponen el mayor desasosiego (59%), otra de las razones por las que Morena optó en un principio por alzar a Omar García Harfuch como aspirante favorito y enarbolar sus logros policiales al frente de la Secretaría de Seguridad. La corrupción (9%) y los problemas económicos (7%) son los siguientes bloques de insatisfacción ciudadana, según esta encuesta. Brugada ha dado un paso más que su partido en este último campo, ella no solo dice “primero los pobres”, sino “más para los pobres”, recurriendo a las iniciativas de su mandato, que se han hecho acreedoras de halagos incluso internacionales. Taboada, por su parte, puede presumir de una alcaldía donde la desigualdad que muestra México es apenas perceptible.

Esta encuesta ha preguntado por la aprobación que recaba en la capital el presidente de la República, de la que también fue su jefe de gobierno. Andrés Manuel López Obrador sigue en un alto porcentaje (65%), lo que no es desdeñable a la hora de votar por su partido cualquiera que sea el candidato. El empuje del líder es una de las bazas indiscutibles para los morenistas en cualquier territorio del país. La anterior jefa capitalina, Claudia Sheinbaum, tiene en la ciudad un porcentaje todavía mayor, el 67% aprueba su trabajo, enorme asidero para conquistar la presidencia a la que ahora se postula y para aupar a Morena en la ciudad.

Ganar la capital no es cualquier cosa. Además de ser un extraordinario caladero de votos, tiene una importancia política más allá del símbolo. Ningún partido estaría cómodo gobernando el país si al costado del Palacio Nacional tiene a un dirigente capitalino de signo contrario. La capital es la capital, incubadora de presidentes y escaparate de todo un país.