Mientras, Moscú ha declarado en repetidas ocasiones que no planea operaciones militares en territorio del país vecino.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, afirmó este lunes que EE.UU. evalúa el despliegue de tropas en el territorio de los países de Europa del Este en caso de que se produzca una “invasión” rusa a Ucrania.
“Y lo que ocurrió —si miran atrás [en la situación] después de 2014— es que muchos de esos países asociados de la OTAN [en Europa del Este] estaban buscando la confianza, estaban buscando que se elevara la presencia [militar] ahí, estaban buscando despliegues adicionales rotacionales. Y, ciertamente, eso está sobre la mesa si Rusia decide invadir a Ucrania”, declaró la vocera.
Mientras tanto, desde Moscú calificaron de “exacerbaciones artificiales” los rumores sobre una posible operación militar rusa en Ucrania y acusaron a Occidente de provocar “histeria” con el pretexto de desplegar más unidades de equipos militares de la Alianza Atlántica cerca de las fronteras de Rusia.
La semana pasada, el presidente ruso Vladímir Putin se reunió con su homólogo de EE.UU., Joe Biden, para abordar, entre otros temas, las tensiones en torno a Ucrania. La postura de Moscú radica en la necesidad de obtener “garantías fiables y jurídicamente vinculantes que excluyan la expansión de la OTAN hacia el este y el despliegue de sistemas de armas ofensivas en los países vecinos”, según un comunicado del Kremlin.
Por su parte, el inquilino de la Casa Blanca declaró días después que barajaría la posibilidad de enviar más tropas a los países de Europa del Este de la OTAN, pero subrayó que el envío de las tropas terrestres estadounidenses a Ucrania “nunca estuvo sobre la mesa”.