La intención del presidente de Argentina, Javier Milei, de achicar al Estado chocó con el rechazo de la industria artística y cultural, a tal punto que el político libertario tuvo que dar marcha atrás con uno de sus planes originales de recorte al cine. Sin embargo, la disputa persiste y los actores siguen movilizados para evitar que el proyecto sea aprobado en el Congreso.
El sector de la cultura en Argentina respira luego de que el Gobierno del presidente Javier Milei diera marcha atrás el lunes 22 de enero en algunos de los puntos más polémicos de su “Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos”, conocido como ‘Ley Ómnibus’, que envió al Congreso el pasado 27 de diciembre.
Tras fuertes críticas de la industria artística, el oficialismo finalmente cedió sobre las importantes modificaciones a la autarquía y el financiamiento que había propuesto para el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional de la Música (INAMU) y el Fondo Nacional de las Artes (FNA). Sin embargo, colectivos de actores señalan que se tratan de “cambios ornamentales” y que se mantiene “la destrucción de la producción cinematográfica”.
Además, hay otro punto caliente en la ley que tiene en pie de guerra al sector cultural. Es el referido a los derechos de propiedad intelectual, que movilizó en una campaña a estrellas como Ricardo Darín, Griselda Siciliani, Nicolás Vázquez, Cecilia Roth, Julio Chávez, Natalia Oreiro y Adrián Suar, entre otros.
En concreto, el artículo 350 del Capítulo II de la ‘Ley Ómnibus’ propone que los titulares de derechos de autor puedan “formar asociaciones para la defensa de sus intereses”, así como “optar libremente entre afiliarse a una sociedad de gestión colectiva o no”. También se les permitirá “elegir entre ejercer sus derechos patrimoniales en forma individual o a través de dicha sociedad”.
El oficialismo establece así la posibilidad de que los profesionales de la cultura puedan gestionar de manera individual sus derechos de autor y se los habilita también a crear nuevas asociaciones, con la intención de favorecer la competencia, según afirma la Casa Rosada.
Qué es SAGAI y cómo recauda
Desde 2006, la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI) es la única entidad de gestión colectiva autorizada para administrar los derechos intelectuales de actores y bailarines obtenidos por la difusión pública de sus obras en las pantallas. Por eso, el proyecto de ley fue rechazado de manera tajante por el organismo, que, de aprobarse, perdería la exclusividad de la gestión colectiva, dispuesta por la Ley 11.723 de Propiedad Intelectual.
Según explica en su sitio web, la sociedad no recibe ningún aporte del Estado. Recauda regalías por la emisión pública de obras en las que participan los intérpretes audiovisuales en canales de TV de aire, cableoperadores, cines, plataformas de ‘streaming’ y hoteles. Es decir, todos estos actores destinan a la entidad un porcentaje de sus ingresos, según lo acordado entre las partes. Esos beneficios luego se reparten entre los artistas y también se destinan al funcionamiento de la Fundación SAGAI, que, entre otras cosas, otorga subsidios a afiliados en situación de crisis, acompaña económicamente a sus socios mayores de 80 años y realiza reintegros en medicamentos.
La importancia de SAGAI, según actores
El presidente de SAGAI, el actor Jorge Marrale, advirtió la semana pasada en el plenario de comisiones para debatir el proyecto de ley sobre el “enorme riesgo” que las sociedades argentinas de gestión de derechos de autores e intérpretes enfrentarían si se aprueba el artículo 350.
“Los derechos económicos de nuestros socios y socias se verán seriamente afectados. El cobro y la distribución de derechos de propiedad intelectual está reconocido como un derecho de carácter alimentario por la jurisprudencia argentina. No es un privilegio”, afirmó el actor Jorge Marrale, presidente de SAGAI.
“De aprobarse el proyecto, nuestras entidades sufrirían el desfinanciamiento y la peor consecuencia será la desaparición total de la acción social que llevamos adelante”, agregó.
Por su parte, el actor y vicepresidente de SAGAI, Martín Seefeld, explicó a France 24 que la creación de más entidades generaría “un problema” para los artistas.
“¿A quién le pago? ¿Cómo le pago? ¿De qué manera le pago? Hasta que eso se establezca, es un problema”, precisó.
Asimismo, lamentó que la ideología política entorpezca la cuestión.
“Acá se piensa que toda la cultura es de izquierda y que SAGAI es una entidad kirchnerista, lo cual no es cierto, porque yo soy el vicepresidente y no soy ni peronista ni kirchnerista. Ese es el gran problema, porque termina primando la ideología cuando en realidad lo que tiene que primar es el sentido común”, detalló el actor y vicepresidente de SAGAI, Martín Seefeld.
Consultado sobre las razones del entrometimiento del Gobierno en la cultura, Seefeld cree que es producto de una “gran desinformación”.
“Tendría que entender que nuestra cultura no es un privilegio, es un derecho. Nos representa en el mundo. Nuestra propuesta teatral es extraordinaria, nuestro cine nos transporta a todos los países del mundo”, añadió el actor a France 24.
La gente participa en una manifestación en apoyo de la cultura y contra el proyecto de “Ley Ómnibus” presentado por el gobierno del presidente Javier Milei, en Buenos Aires, el 10 de enero de 2024. © AFP – Luis Robayo
Para Milagros Plaza Díaz, una actriz afiliada a SAGAI, este tipo de instituciones “son importantes porque están a la altura de las empresas que contratan actores”.
“A mí sola me es imposible entender del todo y pedir que se reconozca y se pague mi trabajo como corresponde, porque no tengo fuerza. Frente a una gran productora, soy una hormiga insignificante. En cambio, representada por SAGAI, mi trabajo se vuelve más digno y menos atropellado”, declaró la artista a France 24.
“La libre competencia va a beneficiar a actores y bailarines”, dice el Gobierno
En la otra vereda, el subsecretario de Prensa de la Presidencia de la Nación, Javier Lanari, defendió el proyecto y apuntó contra los actores que exigen el retiro del artículo 350, a quienes calificó de “artistas K”, en referencia al kirchnerismo (izquierda).
“Los artistas K dicen que el Gobierno quiere eliminar SAGAI. Deberían leer la ley. Lo que se elimina es el monopolio en la gestión de derechos intelectuales. La libre competencia va a beneficiar a actores y bailarines (ahora podrán elegir)”, escribió en su cuenta de X.
El presidente Milei no se ha manifestado al respecto, pero sí compartió publicaciones en X de otros usuarios que expresaron su opinión sobre el tema. En una de ellas, reposteó un artículo titulado “SAGAI: El curro supremo de los actores que le roba a cines, tv, hoteles y hospitales, y que Milei quiere cortar”.
“No son privilegios, son derechos”, dicen actores
Decenas de actores y actrices protagonizan una campaña en las redes sociales de SAGAI en la que solicitan a los legisladores que retiren del proyecto el artículo 350 del Capítulo II y el Capítulo III referido a Cultura.
“SAGAI protege los derechos intelectuales de miles de artistas. SAGAI no recibe ningún aporte económico del Estado. La acción social que hace SAGAI acompaña y protege a miles de socias y socios. ¿Por qué destruir algo que funciona bien? El mundo nos reconoce por nuestro cine, por nuestro teatro y por nuestra música. Nuestra industria cultural es superavitaria”, dicen en un video actores como Adrián Suar, Mercedes Morán, Julio Chávez, Natalia Oreiro, Carla Peterson, Cecilia Roth, Ricardo Darín, Griselda Siciliani, Nicolás Vázquez y Federico D’Elía, entre otros.
Marcha atrás al recorte en el Instituto Nacional de Cine
En el proyecto final de la ‘Ley Ómnibus’, presentado el lunes 22 de enero, el Gobierno de Milei desistió de algunas propuestas que habían generado polémica entre los miembros de la cultura. Una de las que más rechazo había provocado fue la propuesta de reducción del financiamiento a las políticas de fomento al cine.
El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), un ente público no estatal, era uno de los más afectados. Su principal función es “promover, fomentar, fortalecer y regular la producción audiovisual”. Esencialmente, subvenciona la realización de películas y sus presentaciones en festivales de cine.
Pese a que finalmente aceptó modificar el artículo que más perjudicaba al cine, Milei parece dejar muy claro que la cultura no será una de las prioridades de su Gobierno. En declaraciones al programa “Arizona” de la radio ‘Rock & Rock’, se preguntó por qué poner los recursos del Estado “para financiar películas que no mira nadie”.
“Tengo que elegir si ponemos los recursos para financiar películas que no mira nadie (…) o ponemos esa plata para darle de comer a la gente”, dijo el presidente Milei.
“La cultura está en peligro”
Horas antes de que se decidiera dar marcha atrás con el recorte, más de 20.000 artistas publicaron una carta al Congreso titulada “La cultura está en peligro”.
Pero, el actor Luis Brandoni salió al cruce de sus colegas y aseguró que “la cultura no está en peligro”.
“La cultura no estuvo en peligro ni con los regímenes de facto más atroces que hemos vivido. No hay manera de anularla. Me parece que agrandaron un poco las cosas los muchachos de la ‘asociación kirchnerista de actores’”, declaró en el programa “Buen día, Nación” de ‘La Nación +’.
De no mediar inconvenientes, la ‘Ley Ómnibus’ comenzará a tratarse el próximo martes en la Cámara de Diputados, en lo que probablemente sea una sesión maratónica. El mundo de la cultura seguirá en vilo hasta entonces.
Fuente: BBC