En las protestas de este miércoles en Irán, las mujeres se quitaron sus hiyab y en algunos casos los quemaron. Estas demostraciones atípicas en el país persa evidenciaron la furia de muchas iraníes tras la muerte de Mahsa Amini, luego de ser detenida por la Policía de la Moral, por no portar el velo de forma “correcta”. En otros países como Líbano y Turquía las mujeres también salieron a manifestar.
En la jornada de este miércoles 21 de septiembre, mujeres iraníes que participaban en las manifestaciones se quitaron sus hiyab en plena calle, algo prohibido en el país persa.
Algunas de ellas incluso quemaron las prendas en público entre ovaciones de los asistentes, que coreaban consignas como “justicia, libertad y no al hiyab obligatorio” y “mujeres, vida, libertad”.
Otra manifestante se corto el pelo frente a la multitud, mientras cantaban “muerte al dictador”, en referencia al líder supremo Alí Jamenei, a quien culpan de la muerte de Amini.
La indignación por la muerte de Amini se extendió a países como Turquía, Alemania y Líbano, donde las mujeres replicaron las protestas.
Amini, de 22 años y oriunda de la provincia de Kurdistán, falleció tras estar en coma después de haber sido arrestada por la Policía de la moral en Teherán la semana pasada. La autoridades han negado cualquier responsabilidad en su muerte y aseguran que Amini tenía problemas de salud, algo que su familia niega.
El impacto de la muerte de Amini en las mujeres iraníes
La muerte de Amini no solo ha desencadenado protestas alrededor del país, sino también el pánico entre muchas iraníes que temen caer en manos de la Policía de la Moral, encargada de vigilar la vestimenta de las mujeres.
Para Tina, residente en Teherán, quien prefirió permanecer en el anonimato, “un simple viaje de casa al trabajo es ahora un peligro”. Y Shiva Nazar Ahari, activista de los derechos de la mujer residente en Eslovenia, considera que “las mujeres de Irán viven bajo presión a diario”.
Y es que en Irán, cientos de mujeres son detenidas rutinariamente por infringir las normas del hiyab, prenda que están obligadas a usar en público desde la Revolución Islámica de 1979.
Es posible que las detenciones aumenten, ya que se ampliará la vigilancia con tecnología de reconocimiento facial en lugares públicos.
Los castigos por violar las reglas incluyen desde multas hasta prisión o flagelación. Algunas mujeres incluso se han visto obligadas a pedir disculpas en la televisión estatal por no usar la indumentaria que dicta la ley para el género femenino.
Además, a quienes se considera que no cumplen con el código de vestimenta islámico se les prohíbe el ingreso a oficinas gubernamentales y a bancos.
Las protestas se concentraron en las regiones del noroeste, de alta presencia kurda, y se han extendido a al menos 50 ciudades y pueblos a lo largo y ancho del país. Se trata de las mayores manifestaciones desde las registradas en 2019 por el aumento del costo de los combustibles.
La muerte de Amini ha reunido a ciudadanos disconformes con el aumento de la vigilancia estatal y a aquellos que temen que aumente la vulneración a los derechos humanos, estando las mujeres entre los más vulnerables en el país.
Fuente: France 24