Las compañías latinoamericanas mantienen una inversión acumulada de 47.168 millones de euros en España
La inversión de las empresas latinoamericanas en España se ha ido incrementando de manera notable a lo largo de la última década, con un crecimiento del 92% desde 2010. Actualmente, asciende a más de 63.332 millones de euros, un 12,1% de la Inversión Directa Extranjera (IED), convirtiendo a la región en el cuarto mayor inversor, por detrás de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, si se suma la inversión en el régimen de holding. Son los datos del IV Informe Global LATAM 2021, un proyecto liderado por ICEX-Invest in Spain y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) que tiene como objetivo analizar los flujos de inversión extranjera desde Ámerica Latina hacia el exterior. El documento destaca la mejora de las expectativas económicas gracias al avance de la vacunación, pero a la vez se sume en una nueva incertidumbre tras la explosión de la guerra en Ucrania que hace peligrar la recuperación mundial. El informe incorpora por primera vez un barómetro para conocer las perspectivas de inversión de las empresas latinoamericanas y los obstáculos a los que se enfrentan para su internacionalización.
Los indicadores muestran que América Latina ya casi ha superado el impacto de la covid, que contrajo el PIB de la región un 7% en 2020, la cifra más elevada en 120 años. En 2021, cuando se triplicaron los flujos de Inversión Directa Extranjera (IED), la actividad rebotó un 6,3%, una de las mayores alzas de la serie histórica de los niveles prepandemia, asegura María Peña, consejera delegada del ICEX. “Esto pone de manifiesto que la mayor parte de las operaciones se paralizaron, no se eliminaron, para esperar un mejor momento. Y España es un destino preferente de esos flujos de inversión directa”, continúa Peña.
Después de la fuerte caída registrada en el año 2020, y acompañando a la recuperación en la economía de la región (+6,3% de avance del PIB en 2021), la inversión exterior de las compañías latinoamericanas se incrementó hasta los 57.403 millones de dólares el pasado año. Se trata de una de las mayores cifras de la serie histórica, y un 25,5% más que los niveles prepandemia, explica el informe.
Un total de 652 empresas latinoamericanas cuentan con inversiones en España, habiendo generado más de 32.715 empleos directos, recoge el informe. México es quien lleva con diferencia la delantera ya que totaliza el 58,9% de la inversión latinoamericana en España, seguido de Argentina con un 15,5% y Venezuela con un 8%.
Andrés Allamand, secretario general de SEGIB, cuenta la efervescencia de creatividad empresarial en la región con el surgimiento de más de 40 unicornios latinos ―empresas emergentes que alcanzan una valoración de 1.000 millones de dólares sin tener presencia en Bolsa― y que son muy potentes en innovación y atraen capital humano avanzado. Allamand añade que no solo generan empleo, sino que por su orientación “resuelven problemas sociales de mucha importancia”. Los puntos negativos que Allamand señala sobre América Latina son el escaso crecimiento económico, “uno de los males endémicos de la región”, la falta de confianza de los inversores en sus organismos públicos y los diversos problemas de gobernanza. Por eso, reconoce que la SEGIB apuesta por seguir trabajando con el ICEX en estos informes y avanzar en la creación de empresas eurolatinas, erigiéndose España como “la puerta de entrada hacia una Europa donde hay mercados profundos y consumidores de alto nivel”.
Las conclusiones que arroja el primer barómetro Global LATAM, realizado en colaboración con el Consejo de Empresarios Iberoamericanos y que incluye las respuestas de 361 empresas latinoamericanas, sirven para establecer una radiografía de la percepción actual de estas compañías y sus previsiones de inversión internacional, con un 34% de ellas que prevén iniciar operaciones en 2022 y un 28,8% que espera aumentarlas. Los principales destinos de la inversión serían la propia América Latina (46,6%), Estados Unidos (26,9%) y España (9,8%). Por sectores, las mayores inversiones se registraron en aquellas industrias menos impactadas por la crisis derivada de la pandemia, como las tecnologías de la información, alimentación y bebidas, y los servicios financieros. Es importante conocer también los cinco desafíos que encuentran las compañías latinoamericanas para su internacionalización: la regulación en el mercado de destino, la fiscalidad en el país sede de la empresa, el acceso a conocimiento sobre oportunidades de negocio internacionales, la imagen del país de origen de la empresa y encontrar un socio adecuado en el destino de la inversión.
En el caso particular de España, el secretario general de SEGIB apunta que los empresarios demandan una mayor comprensión de los marcos regulatorios y más mecanismos para generar asociaciones, como las join ventures, que les permitan un aterrizaje fluido en el país, más allá de las ventajas del idioma y los profundos lazos culturales que comparten con España. Aparte de los aspectos mencionados, las empresas encuestadas indican que para incrementar su inversión en el exterior, los gobiernos latinoamericanos deben trabajar en la eliminación de obstáculos administrativos y en una mayor integración económica y comercial dentro de los países que conforman la región.
Este barómetro se elaboró antes de la invasión de Rusia en Ucrania, aunque Adrián Blanco, responsable de LATAM Desk del ICEX, apunta que estamos ante un caso de “inversión de vocación de largo plazo” y que “posiblemente no serán tan impactadas”. América Latina se dibuja así como una región disruptiva que goza de buena salud, prosigue Blanco, “un reservorio fundamental de las materias primas del mundo y de la biodiversidad”, jugando un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, menciona que Argentina, Chile y Bolivia condensan el 63% del litio mundial, indispensable para las baterías que conducirán a la descarbonización en un horizonte dominado por el coche eléctrico.