El chavismo endurece el tono amenazante frente a sus adversarios internos y supedita una negociación a la liberación de Alex Saab
El líder opositor venezolano Juan Guaidó se ha abierto a debatir una relajación de las sanciones impuestas por Estados Unidos al Gobierno de Nicolás Maduro. La iniciativa que el político plantea a Washington abarca especialmente las medidas económicas adoptadas contra dirigentes chavistas y tiene el propósito de fijar cronograma electoral pactado para Venezuela. Este giro, adelantado por Bloomberg, busca reanudar el diálogo en México, suspendido luego de la extradición y encarcelamiento de Alex Saab. El empresario colombiano, una figura muy cercana a Maduro y al Palacio de Miraflores, afronta varias acusaciones por corrupción y lavado de activos y se encuentra a la espera de juicio en Estados Unidos.
Hasta este momento, fuentes de la mesa de negociación vinculadas a la oposición aseguran que Maduro no ha querido escuchar ninguna propuesta de la acera adversaria y que condiciona cualquier decisión de volver al diálogo a la liberación de Saab. En los últimos días se ha conocido, además, que una delegación negociadora del Reino de Noruega, que propició estas conversaciones, visitará al país en los próximos días para tantear el terreno.
La noticia del replanteamiento de las sanciones fue negada inicialmente por el entorno de Guaidó. Los políticos opositores no quieren hablar de “flexibilización” porque no les parece un término adecuado, sino de un “levantamiento progresivo” que sea fruto de la dinámica de las conversaciones en un marco compartido de garantías. Algunos cargos consultados, como Freddy Guevara, han insistido en que la supresión las sanciones internacionales al régimen chavista se irá levantando únicamente si es posible concretar un acuerdo político que permita la convocatoria a unas elecciones limpias que le abra las puertas al regreso a la democracia en Venezuela. No más que eso, en su opinión.
El propio Juan Guaidó ha emitido un pronunciamiento en su cuenta personal de Twitter. De esta línea no han querido salirse los demás portavoces: “Ratificamos nuestra posición, y la de nuestros aliados internacionales, de volver lo antes posible al proceso de México para lograr un Acuerdo Integral. El levantamiento progresivo de las sanciones sigue sujeto a cumplir los puntos del acuerdo. Estamos listos para lograrlo”.
Esta información se conoce en un momento en el cual Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y parte de la plana dirigente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela han endurecido con elocuencia su tono amenazante frente a los dirigentes de la oposición, particularmente los del llamado Gobierno interino, una vez concretado el resultado electoral del Estado Barinas, cuna de Hugo Chávez y uno de sus feudos simbólicos más preciados, en el cual se produjo un triunfo electoral de los partidos antichavistas.
A eso se añade que el envalentonamiento de Vladimir Putin en contra de Occidente en la crisis ucraniana está dejando sentir su influencia también en el comportamiento de Caracas. Las amenazas han incluido a políticos como Henrique Capriles Radonski y Stalin González, resueltos partidarios del diálogo con el chavismo, y puertas adentro, adversarios internos de Guaidó en la oposición. Hace pocos días, una comisión de diputados oficialistas, encabezada por Pedro Carreño y Tania Díaz, fue a la Fiscalía General de la República para pedirle al fiscal, Tarek William Saab, celeridad en la aplicación de justicia en contra de “Juan Guaidó y sus cómplices”, bajo la acusación de atentar contra los bienes patrimoniales de la nación, quebrar el tesoro público y confabularse contra la democracia y el estado de derecho. Saab ha prometido cumplirles y en un tuit llegó a afirmar que los expedientes judiciales de su despacho “comprometen a cientos de personas.” La Asamblea Nacional celebró una sesión en la cual respaldó las investigaciones de la Fiscalía.
En las redes sociales, algunos voceros del chavismo han formulado por cuenta propia acusaciones más amplias, destinadas a asediar a sectores profesionales, y activistas de la sociedad civil. Guaidó respondió a las amenazas de Maduro enrostrándole las averiguaciones en su contra en la Corte Penal Internacional y asomó la posibilidad de un endurecimiento de las sanciones internacionales a su régimen. A continuación, formuló un nuevo llamamiento al diálogo en México. El propio presidente del parlamento chavista, Jorge Rodríguez, declaró hace poco que su partido, el PSUV, “se reservaba las acciones legales” en contra de los ciudadanos que intentaron proponer infructuosamente un referéndum revocatorio en contra de Nicolás Maduro, y llamó “estúpido” e “imbécil” a Guaidó por una declaración en la cual éste manifestaba su potencial disposición a acompañar la iniciativa del revocatorio si tomaba vuelo como una posibilidad entre la población.