Ceremonia militar de la OTAN en Pabrade, Lituania, en noviembre de 2014
La OTAN tambalea por la guerra, Europa está exhausta y EE.UU. intenta desplazar costos y obligaciones a otros, ¿qué ganga ven estos actores en Latinoamérica?
En un artículo difundido por la agencia internacional de noticias Pressenza, el analista venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein se adentra en el proceso de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con Estados Unidos a la cabeza, para abrirse grandes espacios en América Latina y el Caribe a fin de usufructuar sus vastos recursos naturales, geografía estratégica y, por su puesto, apoyo en los escenarios internacionales y millones que hagan el trabajo que a ellos no les apetece hacer, ¿huestes de combate?
“Lo cierto es que desde el fin del mundo bipolar, Estados Unidos, sintiéndose dueño del mundo, ha usado a la OTAN para expandirse por todo el planeta”, recuerda Rodríguez en su artículo denominado ‘La creciente presencia militar de la OTAN en América Latina y el Caribe’.
El analista nos explica la perspectiva regional de EE.UU. en la zona: la necesidad de controlarla, en particular, desde hace 200 años cuando fue enunciada la Doctrina Monroe.
OTAN parece haber puesto su punto de mira en América Latina para emprender una intervención armada contra los países izquierdistas, indica un artículo.
Aquí están las pruebas
Parte del territorio argentino se encuentra ocupado por fuerzas de la OTAN. En Malvinas, hay entre 1500 y 2000 efectivos militares británicos, algunos de forma permanente, así como aviones cazabombarderos de última generación. Hay presencia de la OTAN integrada en un sistema formado por bases en las islas de Ascensión, Santa Elena y Tristán da Acuña que “resguarda” todo el Atlántico desde el norte hasta la zona antártica.
Según un informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos citado por el portal venezolano Misión Verdad desde mayo del año 2022 Reino Unido está conformando un “triángulo estratégico de control” del extremo sur de Sudamérica. Mientras que al sur de Malvinas, operan submarinos nucleares.
Lo que visibiliza aún más esta realidad, con datos, es que Laura Richardson, jefa del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, ha dado declaraciones categóricas del plan injerencista a materializar en esta región.
La militar de alto rango ha urgido a “protegernos unos a otros”, sobre todo combatir la tala no reglamentada, la minería ilegal, especialmente “porque es una región rica en recursos y tierras raras, con el llamado Triángulo del Litio que posee el 60 % de las reservas mundiales (Argentina, Bolivia y Chile) un metal muy necesario para la tecnología”.
Ha asegurado que a Estados Unidos le interesa el petróleo (reservas encontradas en Guyana y las mayores del mundo existentes en Venezuela), así como el cobre y el oro. Igualmente, ha expresado, es preocupación de EE.UU. que el oxígeno y el 31 % de agua dulce de la Tierra se encuentra en el Amazonas.
La Administración de Joe Biden ha secundado esta agenda, implementado una activa política de desplegar funcionarios del Departamento de Estado, el Pentágono, el Consejo de Seguridad Nacional y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) en puestos de embajadores en América Latina y el Caribe.
Estados Unidos implementa un agresivo plan de expansión: 12 bases militares en Panamá, 12 en Puerto Rico, 9 en Colombia, 8 en Perú, 3 en Honduras, 2 en Paraguay, así mismo hay instalaciones de este tipo en Aruba, Costa Rica, El Salvador, Cuba (Guantánamo), y Perú entre otros países, es más, hay una hoja de ruta para cubrir la total superficie terrestre y marítima de la zona.
Venezuela advierte que la OTAN planea aumentar su presencia militar e influencia en América Latina a través de los países como Colombia y Brasil.
EEUU: China es maligna y Rusia es enemiga
Estados Unidos aprovecha la coyuntura e intensifica su campaña contra China y Rusia. Richardson ha jurado que después de China, Rusia es el adversario número dos de Estados Unidos, país que ha pedido el envío de asistencia militar a países latinoamericanos para ayudar a Ucrania en la guerra con Rusia.
La jefa del Comando Sur de EE.UU. ha denominado a China como “actor estatal maligno” después que 21 de los 31 países de la región se hayan adherido a la iniciativa china de la Franja y la Ruta, tomando en cuenta que la mayoría son socios económicos del gigante asiático.
Es menester recordar que los Ejércitos latinoamericanos constituyen un potencial combativo que no puede ser desestimado. Según el centro de estudios CELAG, tan solo Brasil y Colombia aportarían más activos a la OTAN que los miembros europeos anexados en la década de 1990.