Durante los últimos 10 años, la población de China ha crecido un 5,38 %, según datos oficiales del censo más reciente, que se llevó a cabo en 2020. Actualmente, el país asiático cuenta con casi 1.412 millones de habitantes. La tasa de crecimiento anual disminuyó al 0,53 %. Estas cifras incluyen a los chinos de Hong Kong, Macao y Taiwán y también comprende a los diplomáticos, estudiantes y empleados en el extranjero.
La abundante población de China
El gigante asiático ha sido uno de los países más poblados desde siempre. Se calcula que en el Siglo IV A.C., la población de China contaba con más de 20 millones de personas, mientras que la población del continente europeo apenas superaba los 2 millones de personas.
China cuenta hoy con más de 1.412 millones de personas, según las estadísticas oficiales, aunque muchos informes aseguran que esta cifra podría superar los 1.500 habitantes debido a las dificultades del control demográfico en las zonas rurales o más apartadas del país. Sin embargo, el gigante asiático se enfrenta a enormes desafíos poblacionales.
Tras muchos años de control demográfico basado en su impopular pero necesaria política del hijo único, la población de China está mostrando muchas deficiencias que pueden afectar al desarrollo de la segunda economía más grande del mundo.
Historia reciente de la población de China
Se estima que a mediados del Siglo XVII, el gigante asiático contaba con una población de más de 160 millones de personas, duplicando así la población europea de aquella época. Es difícil afirmar cuál es el motivo de la abundancia de su población. Muchos expertos afirman que la vasta superficie territorial de China ha fomentado siempre la agricultura y ha permitido este enorme crecimiento poblacional desde sus orígenes.
Sin embargo, a finales del Siglo XIX, China vivío uno de los momentos más trágicos de su historia, con numerosas guerras, invasiones y una Dinastía Qing muy deteriorada. Las condiciones de vida y salubridad eran pésimas durante aquellos años en el país asiático. Todo estas circunstancias tuvieron un gran impacto sobre la población de China, cuya esperanza de vida apenas alcanzada los 35 años en los años 1940. Sin embargo, con la llegada de Mao Zedong al poder en 1949, se impuesieron algunas medidas sanitarias como parte de la revolución comunista de aquella época. Las premisas eran simples: ducharse frecuentemente, lavarse las manos y cepillarse los dientes todos los días. En poco más de 20 años, la población de China pasó de 500 millones de personas a poco más de 1.000 millones de habitantes.
La política del hijo único
La política del hijo único, instaurada en el año 1979 por el Deng Xiaoping, antiguo presidente de la República Popular de China tras la muerte de Mao Zedong. Dado el crecimiento sin precedentes de la población china, esta medida se impuso para intentar controlar el crecimiento de la población hasta que la estructura del país se reorganizase. El control de la natalidad en China se mantuvo hasta ocubre del año 2015 y se estima que su implantación limitó la natalidad de hasta 400 millones de nuevas personas en el país.
Primer problema: descompensación de género
Según los últimos datos demográficos de China, el país cuenta hoy en día con un 51.57% de hombres, frente a un 48,43% de mujeres. Esto supone un 3.14% de diferencia entre géneros, o lo que es lo mismo, una descompensación de géneros de más de 4 millones de personas. Esto se debe a que la cultura tradicional china ha sido, desde siempre, machista y práctica. Las mujeres siempre han sido consideradas secundarias en una cultura fundamentalmente agrícola y patriarcal. Debido a estas tradiciones, durante la época del control de natalidad en China, miles de niñas fueron abandonadas o abortadas para evitar la prohibición.
Segundo problema: una población envejecida
Probablemente este sea el desafío más grande al que se enfrenta el país liderado por Xi Jingping. La pirámide poblacional de China, una gráfica que muestra la población china según edad y sexo, ha adquirido en los últimos años una forma muy preocupante. Como se puede ver en el siguiente gráfico, la población china cuenta con el grueso de su población en edad de trabajar.
- Población infantil: según los últimos datos del año 2016, China cuenta con un 17% de su población por debajo de los 14 años.
- Población adulta: según los últimos datos del año 2016, China cuenta con un 73% de su población entre los 14 y los 64 años.
- Tercera edad: según los últimos datos del año 2016, China cuenta con un 10% de su población por encima de los 64 años.
Estas características de población suponen, a día de hoy, una ventaja competitiva frente a otros países. China cuenta hoy en día con casi 1.000 millones de trabajadores jóvenes y hambrientos de trabajo. No es casualidad que el país presente crecimientos del PIB de más del 7% año tras caño. Sin embargo, el índice de natalidad sigue siendo muy bajo. Esto supondrá, en un futuro, una población envejecida y difícil de mantener. Poco a poco, estos 1.000 millones de trabajadores irán envejeciendo y abandonarán la economía productiva para pasar a formar parte de la población retirada, que necesita de gastos fiscales y cuidados sociales. Entonces, China solo contará una pequeña parte de la población en edad laboral que será incapaz de sostener todo este gasto social.
Tercer problema: una economía desarrollada
Una de las teorías demográficas más reconocidas internacionalmente, es que la tasa de natalidad es inversamente proporcional al nivel de desarrollo de las economías o los países. De esta manera, la tasa de natalidad es muy baja en economías potentes y estables como la de Estados Unidos o la de la Unión Europea, mientras que la tasa de natalidad es muy alta en economías emergentes como India, Brasil o China. Sin embargo, la condición de economía emergente de China es meramente temporal, ya que el tamaño de su clase media es cada vez más grande y la riqueza está llegando a cada vez más familias. Es presumible que, con el desarrollo de la economía, la tasa de natalidad en China comience a reducirse y su población comience a estancarse.
Previsiones de futuro de la población de China
Tras la abolición de la política del hijo único, la natalidad en China ha vuelto a crecer ligeramente. La nueva ley de control de población establece que las familias pueden tener hasta dos hijos, límite que puede variar dependiendo de algunas condiciones sociales especiales. De cualquier manera, China deberá hacer frente a problemas demográficos muy serios en los próximos 15 o 20 años, con una población envejecida, una baja tasa de natalidad y una descompensación de género muy relevante.