La coronación del rey Carlos III provocó protestas de miles de personas contra el anticuado sistema monárquico en las calles de Londres, la capital del Reino Unido. En la jornada, la Policía británica reprimió las manifestaciones y arrestó a los antimonárquicos, incluso, a algunos antes de llegar a la protesta.
El director ejecutivo de Republic, Graham Smith, y otros cinco voluntarios pasaron a disposición policial. El grupo antimonárquico dice que sus miembros fueron arrestados sin razón alguna, mientras se preparaban para protestar.
Por su parte, el ministro de Policía del Reino Unido, Chris Philp, detalló que “la actualización de la Policía Metropolitana incluye el arrepentimiento, para usar su palabra, de que seis personas arrestadas no pudieran unirse a los cientos que protestaban en Trafalgar Square y sus alrededores”. Los oficiales tuvieron que tomar decisiones difíciles en poco tiempo en una situación de mucha presión, señaló.
Philp agradeció a los oficiales y afirmó que es completamente falso decir que no hay derecho a protestar, mientras los grupos de libertades civiles acusan a la Policía y al Gobierno de socavar el derecho a protestar con nuevos poderes para reprimir manifestaciones pacíficas.
El Reino Unido, ha aprobado recientemente la Ley de Orden Público, en respuesta a la desobediencia civil por parte de grupos ambientalistas. La ley permite a la Policía imponer penas de hasta 12 meses de prisión para los que bloqueen carreteras durante protestas.
La Policía acusa a los miembros detenidos de Republic de tener artículos que podrían usarse para “bloquear” la infraestructura.
Republic, a su vez, dice que los artículos eran lazos para sus pancartas. Sin embargo, la Policía no pudo probar la intención de usarlos para bloquear e interrumpir el evento.
