Al menos once personas han muerto, cinco han desaparecido y decenas han resultado heridas tras el paso de una DANA que está azotando con dureza varios países de Europa.
La tormenta extrema, bautizada como Daniel, llegó el lunes a Grecia y horas más tarde se extendió por sus países vecinos, Turquía y Bulgaria, siendo el primero el que registra el mayor número de muertos, seis, mientras Bulgaria ha reportado tres y el país heleno dos.
Grecia sufre desde el lunes los estragos de unas precipitaciones devastadoras, que dejaron graves inundaciones, riadas históricas y un rastro de destrucción a su paso.
Se trata de “un fenómeno completamente extremo”, en palabras de las autoridades griegas para describir la situación excepcional que se vive en el país esta semana. Allí, la tormenta ha provocado enormes daños en todo tipo de infraestructuras, desde viviendas hasta carreteras y puentes.
Las precipitaciones además han alcanzado todos los récords históricos: en Zagora las lluvias han registrado casi 800 litros por metro cuadrado en 24 horas, una cifra similar al récord diario de lluvias en España. Lo mismo ha ocurrido en el municipio de Portaria, donde se han alcanzado por primera vez los 500 litros.
Los servicios de emergencia esperan que la situación siga siendo crítica en las próximas horas, lo que ha motivado que las autoridades envíen una alerta similar a la de Madrid y hayan pedido a la población no salir de sus casas. Las lluvias podrían acercarse este jueves hasta los 1000 litros por metro cuadrado en algunos puntos, un episodio totalmente insólito para el país heleno, un territorio que la semana pasada estaba viviendo también los peores incendios de su historia.
Por el momento, hasta dos personas han perdido la vida en el país y tres personas se encuentran desaparecidas, entre ellos un hombre que se encontraba en su coche cuando fue arrastrado por la corriente. Más de 400 personas han tenido que ser rescatas también de sus casas, especialmente en Volos, una ciudad de 150.000 habitantes que se encuentra totalmente inundada y cuya población se ha quedado sin suministro de agua ni electricidad.
Trombas de agua en Turquía
El fenómeno se ha extendido también a Turquía, donde se han registrado al menos seis muertos y otras dos personas siguen desaparecidas. Las precipitaciones en algunos distritos han llegado hasta los 130 litros por metro cuadrado, provocando riadas especialmente fuertes en la zona fronteriza entre Bulgaria y Estambul.
No son los registros más altos alcanzados en el país, pero los expertos los consideran igualmente “desastrosos” debido al nivel de daños que han dejado a su paso: miles de casas inundadas, trombas de agua por las calles, o hasta estaciones de metro que han tenido que cerrarse debido a la enorme cantidad de agua que ha penetrado.
Según el ministro de interior, hasta 31 personas han resultado heridas en todo el país debido a la tormenta, de las que ocho siguen hospitalizadas. El territorio más afectado ha sido Kirklareli, una ciudad donde se han encontrado cuatro cadáveres pertenecientes a un grupo de doce personas que se quedaron atrapadas en un hotel y fueron arrastrados por las riadas.