A la Unión Europea se le está acabando la paciencia con Israel y este miércoles el Alto Representante, Josep Borrell, ha avisado a Tel Aviv de que si no pone freno a su ofensiva sobre el paso de Rafah “habrá consecuencias” en las relaciones entre las partes. “Esta operación está alterando aun más la distribución de ayuda humanitaria en Gaza y llevando a más desplazamiento interno, provocando más hambre y sufrimiento“, ha señalado en un comunicado el jefe de la diplomacia europea, una de las voces más críticas con Israel por su respuesta a los atentados de Hamás del pasado 7 de octubre.
“Más de un millón de civiles están refugiados en Rafah y sus alrededores y se les ha ordenado evacuar a zonas que, según las Naciones Unidas, no pueden considerarse seguras”, recoge el Servicio Europeo de Acción Exterior. Aunque la UE reconoce el derecho de Israel a defenderse, debe hacerlo “de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario y proporcionar seguridad a los civiles”, recuerdan.
“Según el Derecho Internacional Humanitario, Israel debe permitir y facilitar el paso sin trabas de la ayuda humanitaria para los civiles. La Corte Internacional de Justicia lo dejó claro en sus resoluciones de 26 de enero y 28 de marzo. En este sentido, la Unión Europea condena también el ataque de Hamás al paso fronterizo de Kerem Shalom, que ha obstaculizado aún más la entrega de ayuda humanitaria”, le recalca Borrell a Tel Aviv.
De cara a futuro, la petición de la UE sigue siendo la misma y es que “todas las partes redoblen sus esfuerzos para lograr un alto el fuego inmediato y la liberación incondicional de todos los rehenes en poder de Hamás”.