Macron conversaba este miércoles con la gente durante una visita a un mercado del municipio de Cergy, al norte de París —lo que supone su primer viaje desde su reelección—, que fue blanco de un lanzamiento de tomates, aunque no recibió ningún impacto directo.
De inmediato, los servicios de seguridad intervinieron y abrieron un paraguas sobre la cabeza de Macron.
El mandatario galo fue reelegido esta semana con una estimación del 58,2% de los votos, mientras que el 41,8% lo ganó su rival Marine Le Pen.
A los franceses no les interesa votar porque saben que ninguno de los candidatos presidenciales tiene competencia para gobernar el país, opina un experto.
Los franceses tomaron las calles para rechazar los resultados de las presidenciales, pero las fuerzas policiales reprimieron las protestas que dejaron dos muertos.