El vuelo de Singapore Airlines en el que viajaban 211 pasajeros y 18 tripulantes tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Bangkok a las 15:45 hora local (08:45 GMT) de este martes.
Según los testimonios de los pasajeros, el avión -un Boeing 777-300ER- perdió altura repentinamente, lo que causó que las personas y objetos salieran volando por todo el interior de la aeronave.
El jefe de Singapore Airlines se disculpó por el incidente.
“Durante los pocos segundos que duró la caída del avión, se oyeron unos gritos horribles y lo que parecía un ruido sordo”, relató Andrew, un británico que terminó “empapado en café” al salir todo tipo de bebidas de las mesas volando.
Una vez que se calmaron las turbulencias, Andrew pudo ayudar a una mujer que “gritaba de agonía” y tenía un “corte en la cabeza”.
Singapore Airlines dijo en un comunicado que el vuelo se encontró con “turbulencias extremas repentinas” sobre la cuenca del Irrawaddy (Myanmar) a 37.000 pies (11.300 m) unas 10 horas después de la salida.
Ofreció sus condolencias por la muerte de un pasajero británico de 73 años, identificado como Geoff Kitchen. Según las autoridades de Bangkok, el hombre murió probablemente de un ataque al corazón.
Su esposa fue hospitalizada, pero se desconoce su estado.
Otras 31 personas habían sido internadas por las heridas que sufrieron. “El resto de los pasajeros y la tripulación están siendo examinados y reciben tratamiento según lo necesario en el Aeropuerto Internacional Suvarnabhumi de Bangkok”, señaló la compañía.
El ministro de Transportes de Singapur, Chee Hong Tat, declaró que el gobierno proporcionará ayuda a los pasajeros y sus familias.
“Me entristece profundamente enterarme del incidente a bordo del vuelo SQ321 de Singapore Airlines de Londres Heathrow a Singapur”, publicó en un comunicado en Facebook.
“Lamentamos mucho la experiencia traumática”
El director ejecutivo de la aerolínea, Goh Choon Phong, se disculpó por el incidente.
“Lamentamos mucho la experiencia traumática”, dijo en un video compartido en redes sociales.
Goh también expresó sus condolencias a la familia de la víctima, añadiendo que “prestarán toda la asistencia posible” a los pasajeros y tripulantes afectados.
Añadió que el avión llevaba 10 horas de viaje y volaba sobre la cuenca del Irrawaddy a una altitud de 37.000 pies (11.280 metros) cuando se enfrentó a la turbulencia.
En Reino Unido, un grupo de teatro local de Gloucestershire publicó sus condolencias por la muerte del hombre de 73 años.
“Con gran pesar nos enteramos de la devastadora noticia del fallecimiento de nuestro estimado colega y amigo Geoff Kitchen en el reciente incidente aéreo de Singapur”, dijo el Grupo de Teatro Musical de Thornbury en Facebook.
“Geoff siempre fue un caballero con la máxima honestidad e integridad, y siempre hizo lo correcto para el grupo”.
Horas después del incidente, los pasajeros que no sufrieron heridas graves fueron llevados en otra aeronave a Singapur, donde sus familiares y el personal de la aerolínea esperan para recibirlos en una zona reservada del aeropuerto.
“Estoy en un vuelo de locura”
Allison Barker describió a la BBC haber recibido un mensaje de su hijo, Josh, que decía: “No quiero asustarte, pero estoy en un vuelo de locura. El avión está haciendo un aterrizaje de emergencia… Los quiero a todos”.
Su hijo se dirigía a Bali. Después de ese mensaje, pasaron dos horas “petrificantes” antes de que Allison volviera a saber de él.
“En un momento estaba sentado con el cinturón de seguridad puesto, y al minuto siguiente debió de desmayarse porque se encontró en el suelo con otras personas“, explicó su madre a la BBC.
Josh sufrió heridas leves, pero le preocupa que el hecho de haber estado a punto de morir le haya afectado de forma permanente.
Dzafran Azmir, un estudiante de 28 años que habló con la agencia Reuters, explicó que el avión comenzó de repente a “inclinarse hacia arriba y a temblar”.
“Así que empecé a prepararme para lo que estaba ocurriendo y, de repente, se produjo una caída muy drástica, de modo que todos los que estaban sentados y no llevaban puesto el cinturón de seguridad fueron lanzados inmediatamente contra el techo“, relató Azmir.
“Algunas personas se golpearon la cabeza contra los maleteros y los abollaron. O golpearon los puntos donde están las luces y las máscaras, y lo atravesaron”.
Aún no está claro cómo se desarrollaron los acontecimientos. Las turbulencias suelen producirse cuando los aviones atraviesan nubes, pero también las hay de “aire despejado”, que no son visibles en el radar meteorológico del avión.
“En el contexto de los millones de vuelos que se realizan, las lesiones causadas por turbulencias graves son relativamente raras”, declaró a la BBC John Strickland, experto en aviación.
“Sin embargo, las turbulencias graves pueden ser dramáticas y provocar lesiones graves o, lamentablemente, en este caso, una víctima mortal”.
Las tripulaciones de vuelo regularmente reciben entrenamiento sobre cómo responder a las turbulencias, añadió.
“No en vano las compañías aéreas recomiendan llevar los cinturones de seguridad bien abrochados durante todo el vuelo, ya sea largo o corto”, añadió.
Investigaciones han señalado que el cambio climático hará más probables las turbulencias graves en el futuro.