“La ‘operación militar’ en Ucrania, incluida Kiev, tiene como objetivo desarmar a Ucrania. Rusia no permitirá que Ucrania obtenga armas nucleares”, dijo Lavrov a Al Jazeera.
El 1 de marzo, Lavrov calificó de inaceptable para Rusia la presencia de armas nucleares de Estados Unidos en Europa e instó a retirarlas.
El ministro, además, afirmó que Occidente se ha negado a cumplir las exigencias de Rusia para formar una nueva arquitectura de seguridad europea.
“Occidente se ha negado a cumplir nuestras exigencias de formar una nueva arquitectura de seguridad europea”, declaró Lavrov.
Al mismo tiempo subrayó que una tercera guerra mundial sería nuclear y destructiva.
“Una tercera guerra mundial sería nuclear y destructiva. El presidente estadounidense [Joe] Biden es un hombre con experiencia y declaró que la única alternativa a la guerra son las sanciones”.
Anteriormente, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, hablando en la Conferencia de Seguridad de Múnich, admitió que Kiev podría renegociar las obligaciones en virtud del memorando de Budapest, que preveía el rechazo de las armas nucleares a cambio de garantías de seguridad.
Putin anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una “operación militar especial” en Ucrania y formuló su objetivo como protección de las personas que “a lo largo de ocho años sufren vejaciones y genocidio por parte del régimen de Kiev”, en referencia a la población de la región del Donbás.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Ucrania rompió las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso la ley marcial en todo el territorio nacional, además del toque de queda en Kiev y otras ciudades, decretó la movilización general.
Numerosos países condenaron la operación de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que, por vez primera, se extienden al presidente ruso, Vladímir Putin, y a Serguéi Lavrov, prevén la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT, el cierre del espacio aéreo para las aerolíneas rusas y la paralización de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia.