El ministro de Exteriores ruso recomendó a los países occidentales que “vuelvan a la tierra desde su mundo de ilusión” y manifestó que llegó la hora de “jugar limpio, no con las reglas de los tramposos, sino sobre la base del derecho internacional”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha declarado que la OTAN está exigiendo actualmente una dependencia no solo de la región euroatlántica, sino de toda Asia-Pacífico, mientras China se opone a estas “ambiciones neocoloniales”.
“Ahora la OTAN, liderada por EE.UU., ha ido aún más lejos, exigiendo que se someta no solo el territorio euroatlántico, sino toda la región de Asia-Pacífico. La OTAN no ha ocultado cuál es el principal destinatario de sus amenazas y los dirigentes chinos ya han emitido una valoración de principios sobre esas ambiciones neocoloniales“, afirmó en un artículo para el periódico Izvestia, publicado este lunes. Señaló que “Pekín les enfrentó al mencionado principio de indivisibilidad de la seguridad, abogando por su aplicación a escala global para evitar que nadie en el mundo pueda reclamar su exclusividad” y agregó que “este enfoque coincide plenamente con la posición de Rusia”.
“Una farsa barata”
Según indicó el jefe de la diplomacia rusa, las consecuencias más devastadoras para las relaciones internacionales contemporáneas fueron los “juegos” llevados a cabo por Occidente en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) tras el final de la Guerra Fría, en los que “se consideró vencedor”.
“Rompiendo rápidamente sus promesas a los dirigentes soviéticos y rusos de no ampliar la OTAN hacia el este, EE.UU. y sus aliados declararon su compromiso de construir un espacio común de seguridad y cooperación en el euroatlántico y, junto con todos los miembros de la OSCE, firmaron solemnemente –en 1999 y de nuevo en 2010– un compromiso político de alto nivel en favor de una seguridad igual e indivisible, en la que nadie reforzaría su seguridad a expensas de los demás y ninguna organización reclamaría un papel dominante en Europa”, recordó, añadiendo que “pronto quedó claro que los miembros de la OTAN no cumplían con su palabra al poner sus miras en el dominio de la Alianza Atlántica“.
Lavrov subrayó que Rusia continuó sus esfuerzos diplomáticos al ofrecer –la última vez el pasado mes de diciembre– “consagrar el mismo principio de seguridad igual e indivisible en un tratado jurídicamente vinculante”. Sin embargo, la respuesta de Occidente fue “una negativa categórica”. “Dijeron sin rodeos: no habrá garantías jurídicas fuera de la OTAN. En otras palabras, el compromiso occidental con los documentos políticos adoptados en las cumbres de la OSCE resultó ser una farsa barata”, explicó.
Un mundo multipolar
En este contexto, el ministro de Exteriores ruso recomendó a los países occidentales que “vuelvan a la tierra desde su mundo de ilusión” y manifestó que llegó la hora de “jugar limpio, no con las reglas de los tramposos, sino sobre la base del derecho internacional”.
Cuanto antes se dé cuenta todo el mundo de que no hay alternativa a los procesos históricos objetivos en cuanto a la formación de un mundo multipolar sobre la base del respeto al principio de la igualdad soberana de los Estados, que es fundamental para la Carta de la ONU y todo el orden mundial, mejor
, señaló Lavrov.
Asimismo, apuntó que, “si los miembros de la Alianza no son capaces de vivir según este principio y no están dispuestos a construir una estructura universal de seguridad y cooperación igualitaria, entonces que dejen en paz a todos los demás, que dejen de obligar a entrar en su campo con amenazas y chantajes a los que quieren vivir su vida con sensatez, que reconozcan el derecho a la libertad de elección de los países independientes que se respetan a sí mismos”.