El Líbano presenta denuncia oficial ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por el asesinato de Saleh al-Aruri, alto funcionario de HAMAS, a manos de Israel.
El documento, fechado el 4 de enero, indica que el régimen de Israel disparó seis misiles en el sur de Beirut, capital libanesa, lo que provocó el martirio de seis personas, entre ellas Al-Aruri, quien se desempeñaba como jefe adjunto del Buró Político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en la Franja de Gaza.
Según el texto, el ataque en suelo libanés fue “la escalada más peligrosa desde 2006”.
“El ataque tuvo como objetivo específico una zona residencial densamente poblada, lo que constituye una clara violación de la soberanía, la integridad territorial y la seguridad de su población civil y de la aviación de El Líbano”, apostilla.
Mediante la denuncia, el Gobierno de Beirut insta al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) a presionar a Israel para que cese sus escaladas y tome medidas decisivas para detener las agresiones contra El Líbano
Los grupos de Resistencia palestinos advierten al régimen de Israel que pagará un alto precio por el asesinato de uno de los líderes de HAMAS, Saleh al-Aruri.
El jueves, el ejército israelí lanzó otro ataque contra varias zonas a lo largo de la frontera en el sur de El Líbano con fuego de artillería, matando a al menos nueve miembros del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
Desde el 8 de octubre, el día después de que comenzara el ataque israelí contra Gaza, la línea de separación entre El Líbano y los territorios ocupados por Israel ha sido testigo de mortales intercambios de disparos, principalmente entre el ejército israelí y Hezbolá.
Más de 140 combatientes de Hezbolá han perdido la vida desde el comienzo del conflicto, mientras que también han muerto unos 11 soldados israelíes.