Los presidentes de México, Chile, Argentina y el mandatario electo de Colombia repudian las difamaciones y los montajes contra el fundador de Podemos y exvicepresidente del Gobierno español
El cierre de filas no tiene matices y está encabezado por los dirigentes de izquierda más destacados de América Latina. Los presidentes de México, Chile, Argentina y el mandatario electo de Colombia se han volcado este domingo con el exvicepresidente del Gobierno español Pablo Iglesias en repudio de la campaña de difamaciones que sufrió tras impulsar su partido, Podemos. Según uno de esos montajes, cuyos detalles se han desvelados este domingo, el político había recibido un pago de más de 270.000 dólares de Nicolás Maduro en una cuenta de Islas Granadinas, un paraíso fiscal. La intoxicación informativa contra Iglesias, hoy retirado de la primera línea de la política, no solo era falsa, sino que el documento se dio por bueno y se difundió sin corroborar antes de las elecciones de 2016. Primero en el digital español Ok Diario y después en la cadena de televisión La Sexta. Así se desprende de la conversación entre directivos del canal y el comisario de la Policía José Manuel Villarejo, que grabó el diálogo.
El mexicano Andrés Manuel López Obrador, el colombiano Gustavo Petro, el chileno Gabriel Boric y el argentino Alberto Fernández han salido de forma casi simultánea en defensa del fundador de Podemos. “Se van a enojar millones de paisanos de mi abuelo, pero es de pena ajena e indignante la campaña de los conservadores en contra de los dirigentes de Podemos”, escribió López Obrador en su cuenta de Twitter. El presidente, que a diario rebate desde sus conferencias de prensa matutinas los ataques de sus adversarios políticos, cita además a Antonio Machado para invitar a “tener fe” en el futuro: “En España lo mejor es el pueblo. (…) En los trances duros, los señoritos (…) invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva. En España, no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo”.
Gustavo Petro, que acaba de ganar las elecciones en Colombia y asumirá la presidencia el próximo 7 de agosto, califica de “déjà vu” la situación de Iglesias, sugiriendo una comparación con los intentos de la derecha de desacreditarle. “Con colaboración de miembros de la policía un periodista decide difamar, a sabiendas de que la noticia era falsa, un movimiento progresista de España. Todo se descubrió al final”, resumió sobre el montaje contra Iglesias, que fue vicepresidente del Gobierno de coalición encabezado por el socialista Pedro Sánchez entre enero de 2020 y marzo de 2021.
Las reacciones llegaron también desde el extremo sur. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien no oculta su cercanía ideológica con Podemos, fue más allá e hizo una lectura en clave local de lo sucedido con Pablo Iglesias. “Hoy ha quedado demostrado cómo se propalan noticias contra Pablo Iglesias para denostar a Podemos. Igual ocurre entre nosotros”, lanzó Fernández. El presidente argentino se refirió en términos generales sobre las noticias falsas, una práctica de la que se siente víctima en su relación con la prensa. “Las noticias falsas difundidas por cierto periodismo para difamar, desanimar o perseguir dirigentes políticos, hieren profundamente a la democracia”, dijo.
El chileno Gabriel Boric, que en los últimos meses ha recibido múltiples muestras públicas de admiración de Iglesias, también se refirió al tema. El líder de la nueva izquierda latinoamericana no vinculó el escándalo a las lógicas de su país, sino a las de toda la región. “Las noticias falsas le han hecho un profundo daño a la convivencia social. Aquí vemos lo que le han hecho durante años a Podemos en España, que no es muy distinto de prácticas de muchos en nuestra América Latina. ¡Cuidemos nuestras democracias!, escribió el presidente chileno.
