Oleg Artemyev, Denis Matveev y Sergey Korsakov se limitaron a decir que «había excedente de tela amarilla en el almacén»
Todo el mundo estaba expectante ante la llegada de los rusos Oleg Artemyev, Denis Matveev y Sergey Korsakov a la Estación Espacial Internacional (ISS), la primera visita de nuevos cosmonautas después del comienzo de la guerra en Ucrania. Dos horas y media después del lanzamiento, la nave Soyuz se acoplaba a la ISS y se abría la escotilla que revelaba a los nuevos habitantes de las instalaciones espaciales. Hubo sorpresa: Artemyev, Matveev y Korsakov aparecían con unos brillantes trajes amarillos con rayas azules, recordando mucho a los colores de la bandera de Ucrania.
Al ser preguntado acerca del curioso atuendo, el comandante Artemyev afirmó durante una conexión en directo que se debía a «un excedente de tela amarilla en el almacén», sin dar más claves o posicionarse de forma política.
Una reacción que contrasta con la del responsable de la agencia espacial rusa, Dimitri Rogozin, quien caldeaba los ánimos asegurando por Twitter que los tres cosmonautas viajaban a la ISS «con ganas de lucha».
Reacciones en las redes sociales
El color de los trajes no ha pasado desapercibido para los internautas, quienes han lanzado toda serie de conjeturas. La mayoría lo ha entendido como un gesto de apoyo a Ucrania, incluido el exastronauta de la NASA Scott Kelly, quien además tuvo hace unos días un ‘rifirrafe’ poco elegante con Rogozin. «¡Tres cosmonautas rusos que acaban de acoplarse a la ISS llegan vestidos de amarillo ucraniano!», escribió el piloto.
Su compañero en la NASA, Terry Virts, también aplaudió el gesto de los cosmonautas: «Guau. Simplemente guau. ¡Bien hecho, tripulación!», escribía en inglés y ruso.
Sin embargo, esta no es la única hipótesis en torno a los trajes espaciales. Varias personas en Twitter han señalado que los colores son similares a los de la Universidad Técnica Estatal Bauman de Moscú, a la que asistieron los tres cosmonautas. De momento, solo es especulación, ya que ni ellos (más allá del comentario ni responsables rusos se han manifestado acerca de tal curiosa aparición.
Tensiones espaciales
Todo ocurre en un ambiente muy tenso después de que el responsable de Roscosmos lanzase otros mensajes amenazantes, como la caída sin control de la ISS sin el soporte de los rusos. «Si se bloquea la cooperación entre nosotros, ¿quién salvará a la estación espacial de una salida de órbita descontrolada y una caída en Estados Unidos o… en Europa?», escribía en Twitter al principio del conflicto. A pesar de estas declaraciones, la postura oficial rusa (confirmada por la Agencia Espacial Europea y la propia NASA) es que las operaciones continúan normalmente y que el conflicto no se debería dejar sentir en la estación espacial internacional. De momento, al menos.
Donde sí se ha notado es en el puerto espacial europeo situado en la Guayana Francesa, de donde Putin ha retirado a todo su personal que operaba las naves Soyuz. La decisión motivaba la reunión del consejo de la ESA, quien decidía poner fin a la cooperación con Rusia en la importante misión ExoMars, el intento europeo de poner el primer rover sobre la superficie de Marte. Rusia también rompía relaciones con la NASA en la misión Venera, una sonda cuyo objetivo era explorar Venus.
