Los sindicatos convocan más de 200 manifestaciones este jueves por todo el país. El seguimiento de las huelgas afecta ya a transporte, educación y refinerías
Francia enfrenta este jueves la primera gran jornada de huelgas y protestas en contra de la reforma de las pensiones, presentada la pasada semana por la primera ministra, Élisabeth Borne. El proyecto, que propone elevar la edad de jubilación a los 64 años y acelerar la exigencia de cotizar durante 43 años para cobrar una pensión completa, genera un fuerte rechazo en la población. Los sindicatos, que se han unido para la ocasión, prevén un movimiento “masivo” con más de 200 manifestaciones en todo el territorio, escuelas cerradas y transportes paralizados. El Gobierno francés ha anunciado el despliegue de más de 10.000 policías y ha pedido que la movilización no se convierta en un “bloqueo del país”. La jornada de huelgas y manifestaciones representa un desafío para el presidente francés, Emmanuel Macron, que vive el desarrollo de la jornada desde Barcelona, donde se reúne con Pedro Sánchez para firmar el Tratado de Barcelona, un acuerdo bilateral entre ambos países.
El sector de los transportes es uno de los más afectados. Desde la mañana, las líneas de tren funcionan de manera intermitente. La SNCF, la compañía nacional de ferrocarriles, ha anunciado que solo un tren de alta velocidad de cada tres o cada cinco circula. En el caso de los trenes regionales apenas circula de media un convoy de cada diez. El ministro de Transportes, Clément Beaune, había advertido de un día “de infierno” y había instado a los ciudadanos a teletrabajar.
En París, la capital, la circulación de metros y trenes también registra fuertes perturbaciones. Una línea de metro está completamente cerrada y las otras solo funcionan de manera parcial, según ha informado la empresa RATP. Los aeropuertos también se ven afectados. En el parisiense de Orly, uno de los principales de Francia, se prevé que un vuelo de cada cinco sea anulado por los paros de los controladores aéreos.
Paros en las refinerías y escuelas cerradas
Las huelgas también afectan al sector de la energía, especialmente a las refinerías, que ya habían iniciado un movimiento de protesta en octubre en favor de mejoras salariales y que obligó al Gobierno a intervenir. El gestor de la red eléctrica francesa RTE ha informado de una fuerte reducción de la producción de electricidad, según recoge la agencia France Presse. El sindicato CGT ha señalado por su parte que en la mayoría de las refinerías de TotalEnergies se ha registrado entre un 70% y un 100% de personal en huelga. Se esperan más paros en los próximos días.
Otros sectores han anunciado que se suman al movimiento de protesta en contra de la reforma y aprovechan para pedir aumentos salariales ante un contexto de inflación. El Ministerio de la Educación ha informado que más de un 42% de los profesores están en huelga en el primario y casi un 35% en el secundario. El sindicato SNES ha anunciado que en algunos establecimientos, un 80% de los profesores están en paro.
Aparte de las huelgas también están previstas más de 200 manifestaciones en todo el país. Las primeras ya han comenzado en ciudades como Toulouse y Marsella, en el sur, donde se encuentra el líder del partido de izquierda la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon. En París, la capital, una protesta encabezada por los representantes de los ocho principales sindicatos parte de la Plaza de la República a las 14.00.
El Ministerio del Interior ha anunciado el despliegue de 10.000 policías a lo largo del territorio, incluido 3.500 en París, donde prevé hasta 80.000 manifestantes. Los sindicatos, unidos por primera vez en 12 años ―incluido la moderada CFDT, la primera de Francia―, esperan que “millones” de personas salgan a la calle. “(…) Cuando todos los sindicatos están de acuerdo, algo poco común, es que el problema es muy grave, dijo el secretario general de la CGT, Philippe Martínez.
Una prueba para Macron
Un sondeo de Ipsos publicado el miércoles indica que un 61% de los franceses rechaza la reforma emprendida por el presidente Emmanuel Macron, aunque un 81% considera que es necesaria reformar el sistema. El Ejecutivo defiende que su proyecto busca equilibrar la caja de pensiones ante un déficit creciente debido al envejecimiento de la población. El proyecto de la reforma debe ser aprobado por el Consejo de Ministros en cuatros días y se espera que su trámite parlamentario comience a finales de este mes.
Macron insiste en que ha sido reelegido por los franceses para llevar a cabo la reforma. El mandatario, que brinda un segundo mandato, perdió la mayoría absoluta parlamentaria en las legislativas de junio, lo que le obliga a negociar cada ley que quiere sacar adelante. El Ejecutivo busca el apoyo de la derecha de Los Republicanos, que con sus 62 escaños tiene la llave para llegar al umbral de la mayoría absoluta necesaria para aprobarla.