Los hutíes retoman los ataques contra Israel después de semanas sin actuar y en medio del intercambio de misiles entre Hezbolá y el país hebreo. El Ejército de Israel ha anunciado este viernes haber interceptado, pasada la medianoche y fuera de su territorio, un misil ‘tierra-tierra’ de largo alcance lanzado desde el Yemen contra el centro del país.
“Las sirenas (antiaéreas) que sonaron son el resultado de un misil que fue disparado desde Yemen. Se lanzó un interceptor. Los detalles están bajo revisión”, ha anunciado un comunicado castrense.
Poco después, el Ejército ha confirmado que el proyectil había sido interceptado por el sistema Arrow (Flecha) fuera de las fronteras israelíes, pero que se habían escuchado “sirenas y explosiones” tras la interceptación y la caída de metralla.
Los hutíes de Yemen han disparado más de 220 misiles balísticos, misiles de crucero y drones contra Israel en los últimos 11 meses. El de este viernes se trata, al menos, del segundo balístico lanzado contra el centro del país hebreo esta semana, después de que este miércoles Hezbolá hiciera lo propio, activando las alarmas en Tel Aviv y otras áreas próximas. Según el Ejército israelí, era la primera vez que la milicia chií libanesa apuntaba a Tel Aviv, lo que desencadenó intensos bombardeos israelíes en represalia.
Solo este jueves, Israel atacó por aire 220 “objetivos” de Hizbulá en el Líbano, entre ellos instalaciones, lanzaderas de proyectiles y almacenes de armas, según un comunicado castrense.
Estos ataques causaron al menos otros 92 muertos y 153 heridos en el país vecino, concentrados en áreas del este y el sur, pero también en ataques contra los suburbios sur de Beirut, según el Ministerio de Salud Pública libanés.
En total, esta escalada bélica se ha saldado con más de 700 muertos en 72 horas, al tiempo que han provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas, entre ellas al menos 77.100 que se han registrado en los centros de acogida designados por el Gobierno libanés en los últimos días.
La campaña de ataques de Israel ha dejado un número de víctimas mortales sin precedentes desde la guerra civil libanesa (1975-1990), lo que ha provocado un fuerte llamado de la comunidad internacional para lograr un alto el fuego. Una propuesta impulsada por EEUU y Francia que está debatiendo Israel.