En Liverpool, Reino Unido, se reúnen los ministros de Exteriores de las siete potencias económicas para discutir, entre otros temas, las tensiones entre Rusia y Ucrania, el Acuerdo Nuclear con Irán y la presencia de China en el Indo-Pacífico.
La Cumbre de los ministros de Relaciones Exteriores del G-7 comenzó en Liverpool, Reino Unido, con varios temas sobre la mesa.
La reunión se produce cuando Rusia concentra tropas en la frontera con Ucrania, cuando hay preocupaciones por las ambiciones militares y económicas de China y la posibilidad de que fracasen las conversaciones para que Irán regrese al pacto nuclear.
En esta primera reunión, los países del Grupo de los siete buscan disuadir a Rusia de invadir Ucrania, advirtiéndole de las nefastas consecuencias de cualquier incursión e instando a Moscú a que vuelva a la mesa de conversaciones.
Una alta funcionaria del Departamento de Estado de Estados Unidos describió las conversaciones del día como “intensas” y dijo que todavía había un camino diplomático para reducir las tensiones con Rusia.
La funcionaria dijo que si Rusia decide “no seguir ese camino, habrá consecuencias masivas y costos severos en respuesta”, indicó que “el G7 está absolutamente unido en eso”, y agregó que “los tipos de costos de los que estamos hablando están diseñados para implementarse muy, muy rápido”.
Preocupación ante una eventual ofensiva contra Ucrania
Ucrania, en el centro de la crisis, acusa a Rusia de reunir decenas de miles de tropas en preparación para una posible ofensiva militar a gran escala.
A Estados Unidos y sus aliados de la OTAN les preocupa que el movimiento de tropas y armas de Rusia a la región fronteriza pueda ser el preludio de una invasión.
Washington enviará a la subsecretaria Karen Donfried a Ucrania y Rusia del 13 al 15 de diciembre. Allí se reunirá con altos funcionarios del Gobierno. Por su parte, Rusia niega haber planeado ataque alguno y acusa a Ucrania y a Estados Unidos de tener un comportamiento desestabilizador. También ha dicho que necesita garantías de seguridad para su propia protección.
La ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, quien se estrena en el cargo tras la llegada de Olaf Scholz como canciller alemán, habló a los periodistas y precisó que es necesario “tomar todas las medidas necesarias para volver al diálogo”.
La anfitriona de la reunión, la ministra de Exteriores británica, Liz Truss, afirmó a los periodistas que la reunión del G-7 sería “una muestra de unidad entre las principales economías de ideas afines”, y que serán “absolutamente fuertes” en la postura contra la agresión a Ucrania.
Irán, otro de los grandes temas en la reunión del G-7
La cumbre de los principales diplomáticos de Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón se produce en momentos en que los negociadores sobre el Acuerdo Nuclear con Irán se reúnen en Viena para tratar de reactivar el pacto.
Truss advirtió esta semana que las conversaciones de Viena son “la última oportunidad para que Irán se adhiera” al acuerdo, destinado a frenar el programa nuclear iraní, a cambio de la retirada de las sanciones económicas al país persa.
La ministra de Relaciones Exteriores alemana dijo que “el tiempo se acaba” y que en los últimos días no hay “ningún avance”. Baerbock dijo que Irán había reanudado las conversaciones con una posición que retrasó las negociaciones seis meses. La actual ronda de conversaciones en Viena sigue a una pausa de cinco meses después de la elección del presidente de Irán, Ebrahim Raisi.
Según la agencia oficial de noticias IRNA, Raisi dijo que Teherán hablaba en serio en sus conversaciones nucleares en Viena.
Las conversaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán están dirigidas por diplomáticos de Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia y China, ya que Teherán se niega al contacto directo con Washington.
El acuerdo previo se vino abajo cuando el entonces presidente Donald Trump tomó la decisión de retirarse en 2018, e Irán comenzó a aumentar su enriquecimiento de uranio, material indispensable para crear bombas atómicas.
Los diplomáticos también tienen en la agenda discutir sobre la fuerte presencia de China en el Indo-Pacífico, los esfuerzos rezagados para vacunar al mundo contra el Covid-19, el cambio climático y las tensiones en los Balcanes occidentales, Afganistán y Corea del Norte.