La agencia de noticias Shahr Khabar, establecida en Afganistán desde hace casi tres años, ha tenido que interrumpir su actividad debido a problemas de seguridad a causa de los talibanes. Publicaba informaciones diarias, escritas y audiovisuales, con presencia activa en ruedas de prensa y seis reporteros trabajando, tres de ellos mujeres, que tras la interrupción de esta agencia se enfrenta al paro y la miseria.
Estos periodistas, a pesar de las limitaciones y desafíos del trabajo en los medios, que cada día aumentan en el país, se empeñaban en informar y ahora están desempleados. Samim Forough Faizi, fundador de la agencia de noticias Shahr Khabar, dice que hace aproximadamente un mes, la inteligencia talibán lo citó y puso fin a la actividad de este medio.
Asegura que fue convocado por los servicios de inteligencia talibanes por la publicación de la noticia del cierre de peluquerías femeninas, y ahora está preocupado por su seguridad y su futuro y el de sus empleados.
Los desafíos que enfrentan los periodistas para hacer su trabajo son muy grandes. Un periodista de televisión radicado en Kabul, que pidió permanecer en el anonimato cuenta que “como resultado de los arrestos y el acoso del que todos hemos sido víctimas, los periodistas ahora están aterrorizados, oprimidos y desesperados, y han recurrido a la autocensura”.
“Aquellos que informaban de manera justa y basándose en la verdad, ahora están encarcelados, obligados a renunciar a sus trabajos o a abandonar el país”, continúa. “La principal tarea de las autoridades actuales es la censura. Los talibanes no toleran ninguna oposición a sus políticas. Aquí nadie nos apoya. Sabemos que tenemos que afrontar esta situación nosotros mismos”.
Bandera talibán en Kabul, Afganistán.
Afganistán y el periodismo, por Khadija Amin
Los directores y editores de los medios de comunicación que quieren seguir publicando en Afganistán también son plenamente conscientes de esta situación. Si quieren continuar con su trabajo, deberán, entre otras cosas, respetar los “11 puntos del periodismo” que fueron anunciados a los medios por el jefe de la organización de medios del gobierno interino talibán, Qari Muhammad Yusuf Ahmadi en 2021 y que Reporteros sin Fronteras evaluó al mismo tiempo. Muchas otras normas que limitan el trabajo de los periodistas entraron en vigor después de eso. Mientras tanto, los periodistas no se benefician de casi ninguna ley que los proteja.
Además, en algunas provincias, antes y después de preparar cualquier noticia, los periodistas deben compartir el tema con los funcionarios locales del Ministerio de Información y Cultura y preparar y publicar su información con su permiso. En otras provincias, los medios de comunicación se han visto obligados a sustituir los programas de noticias y música por programas religiosos.
Reporteros sin Fronteras dice que en Afganistán, más del 40% de los medios de comunicación han sido cerrados y el 80% de las mujeres periodistas y colegas de los medios han perdido sus empleos.
Anteriormente a la suspensión de esta agencia, los talibán habían bloqueado la frecuencia “FM” de las agencias de noticias “Radio Azadi” y “Voice of America”, así como el sitio web de estos dos medios. El Centro de Periodistas Afganos anunció mediante un comunicado que constituye una violación de los derechos de los medios y periodistas. En su informe de fin de año 2023, esta institución anunció que la libertad de los medios y periodistas en Afganistán se está “deteriorando gravemente”.
Los talibanes tomaron el poder en este país en agosto de 2021 tras la caída del anterior gobierno afgano. Desde que regresaron al poder, este grupo ha restringido las libertades de las mujeres, los medios de comunicación y las libertades civiles de los ciudadanos afganos y ha provocado que miles de ciudadanos abandonen el país, incluidos activistas de los medios, periodistas, mujeres activistas y profesores universitarios. No lo olvidemos.
Una mujer protesta este 15 de agosto contra el gobierno talibán en Islamabad, Pakistán.
Dos años de gobierno talibán en Afganistán, por Khadija Ammin