Maria Fe Celi Reyna
Terminó el 2023. Ha sido un año en el que se ha reforzado el camino hacia un mundo multipolar que se aceleró después de la Operación Militar Especial en el 2022. Por eso es bueno parar un momento y reflexionar sobre el pasado para prepararnos para el futuro. Para ello, no hay mejor excusa que el cambio de calendario.
Al momento de reflexionar sobre el año que terminó, escogí algunos procesos que creo que han tenido mayor impacto en la geopolítica mundial. Me di con la sorpresa de que ninguno de ellos ocurrió en el llamado “Occidente colectivo”. Incluso, la mayoría de ellos fueron ninguneados por los medios corporativos o reportados sesgadamente, según sus intereses.
Es una señal de su pérdida de importancia en la geopolítica mundial, así como de su desconexión con la realidad. Aún no se enteran de que ya no son el centro del mundo.
La relación Rusia-China entró en una nueva era
En marzo, el presidente chino Xi Jinping viajó a Rusia por primera vez en tres años. Además, fue su primera visita desde su segunda reelección como presidente de China y secretario general del Partido Comunista de China (PCCh). Fue una oportunidad para revisar la relación de los últimos 10 años y sentar las bases para los siguientes. Se profundizó la asociación estratégica integral y el plan de desarrollo de las prioridades en la relación China-Rusia previo al 2030.
Al final de la reunión, cuando ambos presidentes se despidieron, Xi le dijo las siguientes palabras a Putin: “se están dando cambios que no se habían visto en 100 años. Estamos juntos en esto”. Nada en la política china es improvisado. Si el presidente chino dijo esas palabras sabiendo que se le iba a escuchar es porque quería mandar un mensaje al resto del mundo, en especial a EE.UU.
Al terminar el 2023, el comercio entre ambos países llegó a los 200.000 millones de dólares, un objetivo alcanzado mucho antes de lo planeado.
En octubre, el presidente Putin viajó a Beijing en el marco del Tercer Foro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR). En una entrevista, declaró que los principios sobre los cuales se sostiene la IFR coinciden con los de la Unión Económica Euroasiática. Se especula que, en el futuro, ambas iniciativas se unirán para trabajar por la conectividad del continente asiático.
Al terminar el 2023, el comercio entre ambos países llegó a los 200.000 millones de dólares, un objetivo alcanzado mucho antes de lo planeado. Asimismo, casi la totalidad de transacciones se hacen en monedas locales y se tienen en marcha 80 proyectos conjuntos de inversión.
Genocidio en Gaza
Probablemente el evento que ha marcado el año y al mundo es el genocidio contra la población en Gaza, que inició el 7 de octubre, luego de la incursión armada de la resistencia palestina el día anterior como parte de la operación Diluvio de Al-Aqsa.
Sobre esto se pueden escribir miles de páginas, pero conviene recordar que Palestina se encuentra ocupada desde 1948 y como territorio colonizado, su pueblo tiene el derecho a resistencia, incluyendo la armada. Sus acciones están garantizadas en el derecho internacional.
La violencia irracional del gobierno de ocupación sólo ha sido posible porque EE.UU. protege sus intereses en la ONU, pero han perdido totalmente su poder blando y se han puesto al mundo en contra. Hoy, la lucha por Palestina es de la mayoría global, incluyendo a los pueblos del Occidente colectivo, contra una élite político-económica que sigue sosteniendo la masacre.
Al momento de escribir esta columna, hay 22.185 muertos y 57.035 heridos, siendo la mayoría mujeres y niños. Miles se encuentra bajo los escombros. Cuando salga publicada, serán aún más.
La violencia irracional del gobierno de ocupación sólo ha sido posible porque EE.UU. protege sus intereses en la ONU.
Esta cifra no incluye a los muertos, heridos y secuestrados de Cisjordania. Este año ha sido el más mortífero en la zona, especialmente después del 7 de octubre. En esa parte de Palestina, no gobierna Hamás. Esto prueba que lo que le interesa al gobierno de ocupación es eliminar la mayor cantidad de palestinos posible.
Cambios diplomáticos en Asia Occidental
El genocidio en Gaza sucede en una región muy diferente. Este año se dieron cambios diplomáticos tectónicos. El primero fue la reapertura de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán, mediada por China, que se dio en abril. Esto se tradujo en el inicio de negociaciones con Yemen y el fin, al menos por ahora, de la brutal guerra contra este país.
Además de la normalización de relaciones, Irán ha logrado otros éxitos diplomáticos que ha consolidado su posición en la región y el mundo. Primero con su ingreso a la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), y posteriormente, al BRICS. Finalmente, empieza a cosechar los resultados de su política hacia el Oriente y a romper las barreras de las sanciones occidentales.
Se consolida el proceso de la pérdida de poder estadounidense en Asia Occidental.
El segundo evento fundamental fue la normalización de relaciones con Siria que se consolidó con su presencia en la Cumbre de la Liga Árabe. Parte del éxito de EE.UU. en Siria fue porque la mantuvo aislada diplomáticamente. Eso se terminó y, aunque, aún no son expulsados, tampoco han avanzado y Siria empieza a reconstruir. Con esto, se consolida el proceso de la pérdida de poder estadounidense en Asia Occidental.
La prueba mayor para esta región, que recién empieza a interconectarse, es poder manejar el genocidio en Gaza. Hasta ahora, la coordinación entre países, especialmente entre Arabia Saudita e Irán, está logrando el objetivo de evitar una escalada regional.
Expansión del BRICS
La decimoquinta cumbre del bloque tuvo lugar en Sudáfrica entre el 22 y 24 de agosto. Fue, probablemente, el evento de BRICS más seguido de su aún corta historia. Primero, porque fue la primera reunión presencial de los líderes después de la pandemia. Segundo, porque al anunciar la extensión del bloque, decenas de países manifestaron su interés. Inicialmente, se invitó a seis países, pero Argentina, en un acto de suicidio colectivo, eligió a Javier Milei, quien rechazó la invitación.
El nuevo BRICS+ tiene 10 miembros. Se unieron Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Etiopía. Es decir, Asia Occidental y el noreste de África entran en escena y la mayoría son países claves con recursos energéticos.
Lo que más se espera son avances en conectividad y en la desdolarización del bloque.
BRICS sigue siendo una organización en desarrollo que ahora deberá adaptarse a su nuevo número. Lo que más se espera son avances en conectividad y en la desdolarización del bloque al promover que el comercio entre sus miembros sea en monedas locales.
Con la configuración actual, los BRICS representan poco más del 30 % del PIB mundial.
Lo que viene en este año
Queda muchísimo más en el tintero, pero considero que estos son los eventos que más repercusión han tenido en la geopolítica mundial. El 2023 fue turbulento y probablemente este año también lo sea. El asesinato de uno de los líderes de Hamás, Saleh al Arouri, en el Líbano, y el atentado en Irán, son unas pequeñas muestras.
Israel está desesperado por involucrar a EE.UU. y para ello quiere provocar una guerra regional. La prensa en EE.UU. ya publica columnas de opinión promoviendo la idea de que es necesaria una guerra con Irán.
Por otro lado, Rusia y China han dicho públicamente que no van a permitir que se ataque a ese país. Todo esto se podría terminar con una llamada de la Casa Blanca a Tel-Aviv exigiendo que detenga la masacre, pero han elegido poner al mundo al borde de una guerra.
Tampoco olvidemos las provocaciones en la isla de Taiwán. Mucho dependerá de las elecciones que tendrán lugar este mes.
Estamos, parafraseando a Antonio Gramsci, en la transición entre el viejo y nuevo mundo, que es cuando nacen los monstruos. Es el momento más peligroso para la humanidad. Si sobrevivimos, los historiadores del futuro recordarán este periodo como el fin de la era de la política de “dividir y reinar” y el inicio de la era de “cooperación ganar-ganar”. Cabe repetir, solo si sobrevivimos.