La ciudad, en la ruta entre Kabul y Tayikistán, es la quinta capital de provincia que cae en manos de insurgentes en las últimas 72 horas
Los talibanes capturaron este domingo otras tres capitales de provincia en Afganistán, en una de las jornadas más duras para las fuerzas afganas durante la ofensiva lanzada por los insurgentes desde mayo. El grupo armado integrista se ha hecho con el control de las ciudades norteñas de Kunduz y Sar-e-Pol, capitales de las provincias homónimas, y la nororiental Taloqan, capital de Tajar, la última en caer. Kunduz, de 370.000 habitantes y situada en el estratégico paso fronterizo hacia Tayikistán, es, sin embargo, la plaza más importante conquistada hasta ahora por los talibanes, que se han hecho con el control de la casa del gobernador, la sede de la policía y la prisión central. La diputada que representa la provincia en la Cámara baja del Parlamento nacional, Nelofar Koofi, ha afirmado: “Toda la ciudad de Kunduz ha caído en manos de los talibanes y solo el aeropuerto provincial está bajo el control de las fuerzas de seguridad”. El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, ha difundido un vídeo del cuartel policial de la ciudad vacío.
Miembros de los equipos sanitarios de Kunduz han informado de al menos 14 muertos, incluidos mujeres y niños, y más de 30 heridos, según Reuters. Decenas de tiendas y edificios se incendiaron en los combates alrededor del aeropuerto y del cuartel general de la policía de la ciudad, según la cadena Tolo News. Varias familias de esta ciudad han evacuado sus hogares. En Sar-e-Pol los insurgentes se han apoderado de la plaza principal, la prisión provincial, la sede de la policía y muchos edificios gubernamentales, según un portavoz talibán.
La captura de Kunduz, donde los talibanes escenificaron su rendición en 2001, es la mayor conquista de los insurgentes hasta el momento y no es la primera vez que la ciudad cae en manos de los talibanes. Malik, un residente de la ciudad, aseguró a Efe que la capital es un caos y se están librando “fuertes combates”. Además un mercado textil se ha incendiado, anotó, algo que confirmaron las imágenes que iban llegando de la ciudad publicadas en las redes sociales. El Ejército, en un comunicado, ha asegurado, sin embargo, que las fuerzas especiales están llevando a cabo una operación para “despejar” la ciudad de insurgentes, en la que han conseguido recuperar una rotonda y el edificio de la Radio Televisión Nacional.
La ciudad ya ha estado en sus manos en 2015 y 2016 y es considerada un lugar estratégico en el norte afgano, en la ruta entre Kabul y Tayikistán. A finales de junio, los talibanes ya habían tomado el control de los distritos que rodean la provincia y del importante puesto fronterizo de Shir Khan Bandar, en la frontera de Tayikistán, punto principal de las relaciones económicas con Asia Central.
Otras capitales de provincia siguen bajo la presión del avance talibán, entre ellas Herat en el oeste y las ciudades del sur de Kandahar y Lashkar Gah, adonde se han trasladado decenas de miembros de las fuerzas especiales afganas para lanzar una contraofensiva contra los talibanes. Este domingo se ha sabido que una veintena de civiles han muerto en las últimas 48 horas durante la ofensiva talibán en esta última localidad, donde además un posible bombardeo estadounidense contra los talibán ha destruido una escuela y un hospital donde se encontraban ocultos los insurgentes.
Solo en Lashkar Gah, al menos 5.000 familias (35.000 personas) han abandonado sus hogares y en las pasadas dos semanas unas 14.000 familias, el equivalente a casi 100.000 civiles, fueron registradas como desplazadas en varias partes del país.
Bombardeos de EE UU
Según informa la AFP, las fuerzas estadounidenses han intensificado sus esfuerzos para ayudar en la reconquista de las ciudades ocupadas por los talibanes. “Las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo varios ataques aéreos en los últimos días para defender a nuestros socios afganos”, ha declarado la portavoz del Comando Central del Ejército estadounidense Nicole Ferrara. Estas operaciones de apoyo serían los primeros movimientos a gran escala ordenados por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras ordenar la fase final de la retirada de tropas norteamericanas del país.
El Ejército afgano está intensificando sus combates para recuperar el territorio perdido, con choques en al menos 19 de las 34 provincias afganas, que han dejado al menos 572 insurgentes muertos y 309 heridos en las últimas 24 horas, según el Ministerio de Defensa. Mientras tanto las muertes civiles continúan, como los 12 miembros de una misma familia, incluidos seis niños, que fallecieron anoche tras la explosión de una bomba al paso de su vehículo en la provincia de Paktia, en el sureste del país.