El ex presidente de Brasil está como favorito en las encuestas para sustituir en las elecciones de este año al derechista Jair Bolsonaro, pero quiere visitar a Andrés Manuel López Obrador en un entorno más seguro
Luis Inacio da Silva, Lula, expresidente de Brasil (2003-2011), reprogramó su visita a México hasta marzo de este año por cuestiones de seguridad y el canciller Marcelo Ebrard celebró que el plazo fuera prudente, en un contexto en que han aumentado casos de COVID-19 con la variante Ómicron, que incluso volvieron a afectar al mandatario Andrés Manuel López Obrador.
“En diálogo con el gobierno mexicano, decidimos posponer mi viaje a México hasta marzo, con el fin de visitar en un mejor momento, de una manera más segura y completa, a nuestros hermanos mexicanos y a su estimado presidente López Obrador”, señaló el líder del Partido de los Trabajadores.
La prensa del país sudamericano añadió que la nueva fecha se debe al avance de la pandemia de coronavirus en México, cuyos récords de contagios en 24 horas se han superado en las dos últimas semanas en la llamada cuarta ola. Además, el anuncio se dio el mismo día que el presidente mexicano ingresó al hospital militar por una revisión programada en cuestiones cardiacas.
“Prudente decisión, sera bienvenido con brazos abiertos y alegría en futuro próximo, México le saluda!! (sic)”, comentó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) sobre el recibimiento en más de un mes.
Según reportes locales que citan a miembros cercanos de Lula da Silva, el brasileño fue invitado por el tabasqueño hace seis meses, pero no pudo viajar porque ya tenía otras visitas en Europa y Argentina en el mismo periodo, de ahí que se planeó un viaje a principios de febrero, algo fue pospuesto nuevamente este 20 de enero.
Lula da Silva seguirá su principal acercamiento con mandatarios de América Latina que coinciden con el izquierdismo, buscando respaldo a la candidatura en que competirá para volver a ser presidente de Brasil y confirmar la salida del derechista Jair Bolsonaro.
En México tendrá un encuentro con López Obrador y para el mes de marzo en que se ha fijado, el presidente mexicano promete inaugurar una de las obras que distinguen su sexenio: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, construido por militares junto a la base aérea de Santa Lucía. Aunque también destacan en las mismas fechas el 84 aniversario de la Expropiación Petrolera.
A su vez, la prensa sudamericana prevé que Lula da Silva se reúna con senadores y senadoras de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido fundado por el presidente y con el que llegó al poder en 2018. No se descarta la participación de otros dirigentes y legisladores en un año donde se competirá por seis gubernaturas de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.
Dilma Rousseff, quien secundó al izquierdista en la política y administración, se reunió con AMLO en mayo pasado y estuvo presente en la ceremonia por los 700 años de la fundación de Tenochtitlan. Después, el 1 de septiembre de 2021, acudió al Zócalo de la Ciudad de México en el mensaje por los tres años de gobierno del mandatario.
Cuando López Obrador ganó la presidencia recibió muchas felicitaciones, entre ellas una carta enviada por el exsindicalista sudamericano, quien dijo conocer la trayectoria del mexicano y sugirió que su victoria vería por los más pobres, además, su arribo al poder sería una esperanza para el desafío de una América Latina más autónoma, soberana e integrada.
En ese entonces, Lula da silva estaba encarcelado a 12 años por corrupción y lavado de dinero, pero en marzo del año pasado, fue exonerado de todas las sentencias y se reactivaron sus derechos políticos, lo cual fue celebrado por el presidente mexicano. Salió en libertad en noviembre de 2019, tras su encarcelamiento en abril de 2018, previo a los comicios en que era favorito en el Ejecutivo federal contra Jair Bolsonaro.
Las encuestas en Brasil sitúan al expresidente de ese país en una preferencia hasta en la mitad de electores, por ejemplo, el pasado 15 de enero se informó que ganaría la primera vuelta con 48% y más del doble en ventaja sobre el 21% de Jair Bolsonaro, según el sondeo electoral del Instituto de Investigación y Comunicación (IPEC, por sus siglas en portugués).