El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó este domingo la intervención del Distrito Federal, después de la violenta toma bolsonarista a los edificios del Palacio de Planalto, el Congreso y el Tribunal Supremo, en Brasilia.
La medida le permite al mandatario movilizar a la fuerza militar en esa zona. El encargado de liderar la intervención es Ricardo García Capelli, actual secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia.
Entre las atribuciones del interventor está la facultad de pedir a los órganos civiles y militares, de administración pública federal, “los medios necesarios para la consecución del objetivo de la intervención”.
El mandatario prometió investigar “quiénes son los financistas” de la logística utilizada por los grupos radicales que perpetraron la irrupción violenta a esos edificios. “Todos ellos pagarán con la fuerza de la ley”, garantizó en una alocución transmitida en sus redes sociales.
Para Lula, los protagonistas de esos actos violentos “sin precedentes” en la historia de Brasil son “vándalos y fascistas”, que habrían sido alentados por los discursos extremistas de Bolsonaro, a quien no dudó en calificar como “el genocida que dejó el poder”.
De hecho, Lula responsabilizó al ultraderechista –que se encuentra en EE.UU. desde finales de diciembre y no asistió a la ceremonia de traspaso de poder– de haber promovido discursos que habrían estimulado “la invasión de los tres poderes“.
“Esto también es su responsabilidad y de los partidos que pertenecen a él”, aseveró el presidente. Del mismo modo, afirmó que si algún miembro de su Gobierno facilitó esa acción violenta, por “omisión”, también tendrá que asumir la parte que le corresponda.
El mandatario adelantó que viajará a Brasilia para verificar la magnitud de los destrozos causados en los edificios de los poderes públicos, y garantizó que este tipo de acciones no volverán a ocurrir.
“Yo perdí elecciones en el 89, yo perdí en el 94, yo perdí elecciones en el 98, y en ningún momento ustedes vieron que militantes de mi partido o de izquierda hicieran cualquier humillación a un presidente de la República electo”, rememoró el líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT).