“Brasil no tiene interés en ceder municiones para que sean utilizadas en la guerra entre Ucrania y Rusia. Brasil es un país de paz. En este momento necesitamos encontrar a los que quieren la paz, palabra que hasta ahora se ha usado muy poco”, escribió Luiz Inácio Lula da Silva en su cuenta de Twitter.

Lo mismo le dijo el mandatario brasileño el lunes al canciller alemán Olaf Scholz en el Palacio Planalto (sede presidencial), a quien propuso en cambio crear un grupo de paz para acabar con el conflicto ruso ucraniano, que casi cumple un año, conforme un comunicado de la Presidencia brasileña.

La nota destacó que Lula se expresó “preocupado” por el conflicto ruso ucraniano, pero resaltó que Brasil no quiere tener participación ni siquiera indirecta en la guerra.

De hecho, fue la tercera vez en su gira sudamericana que Scholz no logró reunir un fuerte apoyo para el esfuerzo de guerra de Ucrania. Previamente Chile y Argentina rechazaron su oferta para apoyar a Kiev.

¿Para qué pide Alemania municiones a Brasil?

Alemania cedió a la presión internacional y aceptó enviar 50 tanques blindados Gepard a Ucrania, pero no tiene en stock las municiones de 35mm que utilizan los dos cañones de estos tanques de artillería antiaérea y precisa al menos 450 000 cartuchos.

Así que propuso a Brasil que cuenta con una cantidad significativa de estas municiones que adquirió entre el 2011 y 2012 junto con sus Gepard para proteger los estados de futbol durante mundial de 2014.

América Latina se deslinda del conflicto

Mientras los países occidentales acordaron enviar modernos tanques al Ejército ucraniano para que los use contra las tropas rusas, los países latinoamericanos se han negado a entregar armas a Kiev.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, reiteró la postura de cero involucramiento armamentista de su país y Latinoamérica en el conflicto en Ucrania y abogó por recuperar la paz.

La semana pasada, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, también se refirió al tema y reveló que rechazó un pedido de EE.UU. para que su país entregue a Ucrania armamento de fabricación rusa que se encuentra inutilizado por falta de mantenimiento. Según el mandatario, Washington se ofreció a ponerlo en valor y enviarlo a Kiev.