La líder opositora María Corina Machado ha llamado a los venezolanos a participar masivamente este sábado en las manifestaciones convocadas a las diez de la mañana (16 hora española) “en todas las ciudades” del país en contra del resultado oficialista de las elecciones, tras declararse en “clandestinidad”, escondida para protegerse de la amenaza de detención por denunciar el “fraude” en la reelección de Nicolás Maduro.
En su llamado solicita a los ciudadanos encontrarse “todos en familia, con nuestros hijos, nietos, abuelos en todas las ciudades de Venezuela (…)” para “hacer un tributo a cada uno de esos héroes que hicieron valer y defender la voluntad de los venezolanos y que hoy el régimen persigue”, dijo la exdiputada.
“Vamos a hacer valer la verdad, porque el mundo va a ver la fuerza y la determinación de una sociedad decidida a vivir en libertad”, añadió Machado en su video, publicado en X, en el que llamó a izar la bandera nacional este sábado en todos los hogares, en apoyo a estos reclamos.
Poco después de la convocatoria de Machado, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunciaba que había ordenado crear dos cárceles de máxima seguridad para encerrar a los detenidos de las protestas contra el resultado electoral, del que todavía no ha mostrado pruebas creíbles.
“Estoy preparando dos cárceles, que debo tener listas en 15 días, ya estaban preparándose (Tocorón y Tocuyito), y todos los guarimberos (manifestantes violentos) van para” estos penales, aseguró el mandatario durante una reunión con empresarios, en la que reiteró que los detenidos forman parte de un golpe de Estado en su contra.
“No va a haber perdón ni contemplación”, remarcó el líder chavista, recordando que el Estado actuará “en el marco de la Constitución y de las leyes” para proteger las calles de Venezuela y convencido de que la oposición intenta un “golpe de Estado”.
El presidente Nicolás Maduro había denunciado previamente que detrás de la violencia desatada en medio de las protestas están ciudadanos venezolanos “entrenados” en Chile y Perú.
“En (el estado insular) Nueva Esparta, todos los que fueron capturados por los destrozos, todos vienen entrenados de Chile y Perú (…) regresaron al país hace 15 días con planes de qué atacar, dónde atacar, a quién amedrentar y plata”, dijo el en rueda de prensa.
Según Maduro “casi el 80 %” de los venezolanos que regresaron “en vuelos (de repatriación) de Estados Unidos están en el ataque criminal”, en alusión a las protestas. No dio más detalles sobre estos supuestos “centros de entrenamiento” presuntamente ubicados en Perú y Chile, cuyos Gobiernos han expresado cuestionamientos contra el resultado electoral.
Desde que se anunció el triunfo de Maduro se han registrado unas 300 manifestaciones en 21 de los 23 estados del país, según cálculos de la BBC, decenas de las cuales fueron reprimidas por las autoridades dejando 11 fallecidos y 1.200 detenidos, de acuerdo con datos de organizaciones como el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, Foro Penal y Laboratorio de Paz.
Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) decretó que Nicolás Maduro era el ganador de las elecciones, no ha publicado los datos que avalan su victoria, alegando que había sufrido un ciberataque. Sin embargo, la oposición, en base a las actas recabadas por sus observadores electorales, defiende que el ganador ha sido su candidato, Edmundo González, y por un porcentaje nada desdeñable, 70/30%.
La duda ha dado lugar a protestas dentro del país y han hecho que fuera surja un clamor internacional por la falta de transparencia y de calidad democrática del conteo de las elecciones. Solamente un puñado de países han felicitado a Maduro por su presunta reelección (China, Rusia y Cuba, entre ellos), mientras EEUU o Perú dan por ganador a González Urrutia, y el resto reclama el cotejo independiente de las actas del escrutinio.