El rey Abdalá II de Jordania y el presidente de Francia, Emmanuel Macron (derecha), sostienen reunión en París, el 16 de febrero de 2024. (Foto: Gettyimages.ru)
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha advertido de las “consecuencias catastróficas” de una ofensiva del régimen de Israel en Rafah, en el sur de Gaza.
Durante una declaración conjunta con el rey de Jordania, Abdalá II, realizada este viernes en París, el mandatario francés ha alertado que un ataque a gran escala de la entidad sionista contra la sureña urbe gazatí solo podría conducir a un “desastre humanitario sin precedentes” y supondría un punto de inflexión en el conflicto.
En tal sentido, Macron ha asegurado que las “consecuencias catastróficas” de dicho ataque no podrían ser aceptadas, y rechazó además el desplazamiento forzoso de millones de palestinos.
“Comparto los temores de Jordania y Egipto de un desplazamiento forzoso y masivo de la población [de Gaza]. Esto volvería a ser una grave violación del derecho internacional y un riesgo importante de escalada regional”, aseveró el jefe de Estado.
El rey de Jordania vuelve a encender la alarma sobre Rafah, al decir que una invasión israelí a esta ciudad sureña de Gaza podría tener consecuencias desastrosas.
De igual forma, el presidente de Francia ha subrayado por primera vez que “el reconocimiento de un Estado palestino no es un tabú” para su país.
Macron sostuvo el miércoles una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la que le expresó la firme oposición de Francia a una posible ofensiva israelí en Rafah argumentando que solo se traduciría en una “catástrofe humanitaria”.
Asimismo, hizo énfasis en la urgente necesidad de concluir —sin más demora— un acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza que garantice la protección de todos los civiles y permita la entrada masiva de ayuda humanitaria.
Israel lanzó desde inicios de semana una serie de ataques ciegos contra Rafah, donde buscaron refugio cientos de miles de personas desplazadas por los indiscriminados ataques aéreos y la ofensiva terrestre del ejército de ocupación contra la Franja de Gaza.
Desde el comienzo de la guerra genocida desatada el 7 de octubre por el régimen de Tel Aviv contra el sitiado enclave palestino, han muerto 28 775 civiles, en su mayoría mujeres y niños, y más de 67 550 resultaron heridos.