Con los primeros resultados que amarraban la victoria de Trump en las elecciones Presidenciales en Estados Unidos, el magnate compareció ante los miles de seguidores que le esperaban en Florida, donde aseguró que “saneará” el país y “detendrá las guerras”, una promesa que lleva meses repitiendo, pese a su historial belicista durante su anterior mandato (2017-2021).
El mandatario colombiano, Gustavo Petro, garantizó apoyo a las referidas declaraciones de Trump, si suponen la verdad.
“Trump dice que no vino a comenzar guerras, sino a parar guerras. Si es así, contará con todo mi apoyo. Ni Ucrania, ni Sudán, ni el Líbano, ni Palestina”, dijo Petro a través de su perfil en la red social X.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha deseado que “Trump acabe con las guerras (…) Venezuela tiene una identidad e historia propias y comparte valores con el pueblo de EE.UU. y uno de esos valores es que decimos no a la guerra”, manifestó.
Durante su primer mandato, Donald Trump mantuvo una postura abiertamente hostil hacia el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, considerándolo “ilegítimo”. Trump intensificó las sanciones económicas contra Venezuela, buscando debilitar a Maduro y forzar su salida del poder.
Estas sanciones afectaron sectores clave como el petróleo, con el objetivo de aislar al Gobierno venezolano internacionalmente. Además, su administración apoyó al líder opositor Juan Guaidó, reconociéndolo como presidente interino de Venezuela en 2019, y promovió una campaña diplomática para que otros países hicieran lo mismo.