Los manifestantes, congregados la noche del jueves en la plaza Habima, exigieron el cese de las hostilidades, el fin de la ocupación y la liberación de los israelíes retenidos.

“La guerra es suficiente” y “Hasta que no se establezca la paz, nunca habrá seguridad aquí o allá [Gaza]”, son algunos lemas que corearon los participantes.

Los participantes arremetieron contra el gabinete del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y lo responsabilizaron de la situación.

“Podemos poner fin al ciclo de derramamiento de sangre, pero depende de lo que hagamos. No debemos perder la esperanza ni ceder a la propagación del odio”, denunció uno de los manifestantes en declaraciones ofrecidas a los medios.

El régimen de Israel lanzó una invasión aérea y terrestre contra la población de la Franja de Gaza el 7 de octubre tras sufrir una derrota sin precedentes en la operación del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), llamada Tormenta de Al-Aqsa, en la que los combatientes palestinos infiltraron en la profundidad de los territorios ocupados que se saldó con casi 1200 muertos y 250 retenidos.

En el marco de un acuerdo de intercambio de prisioneros entre Israel y HAMAS tras una tregua de una semana que terminó el 1 de diciembre, fueron liberados 105, entre ellos 81 israelíes y 24 extranjeros, a cambio de 240 prisioneros palestinos, pero 129 permanecen retenidos en Gaza y 21 de ellos han muerto, según autoridades israelíes.

El movimiento palestino HAMAS ha asegurado que no habrá más negociaciones ni intercambio de prisioneros hasta que el régimen “terrorista” israelí detenga su agresión a Gaza.

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