Desde México, responden ante la demanda del Gobierno estadounidense de una consulta técnica a través de los conductos del T-MEC, dada la prohibición y paulatina sustitución de la importación de maíz transgénico para consumo humano que impuso el Gobierno mexicano. Estados Unidos acusa a México de no basarse en la ciencia para adoptar esa decisión.
México es el segundo comprador mundial de maíz amarillo y el 95 % procede del mercado estadounidense. En tanto que desde la producción nacional abogan por el rescate de las especies nativas y del campo.
Pese al apoyo que recibe la causa desde la visión de soberanía, autosuficiencia y seguridad alimentaria del Gobierno federal, existen iniciativas y leyes estancadas en su discusión o reglamentación que podrían materializar el rescate del sistema agroalimentario.No obstante, los activistas denuncian que priman otros intereses que esperan sean dejados de lado en las negociaciones con Estados Unidos. México está dispuesto a demostrarle a Estados Unidos que sus decisiones sí se basan en la Ciencia y por una vida saludable de los mexicanos, antes de llegar a un panel de controversias. No obstante, de no haber un entendimiento, continuarán defendiendo su postura.
Sara Morales Gallego, Ciudad de México