El futuro equipo encargado de las relaciones internacionales del Gobierno del presidente electo de Argentina, el libertario Javier Milei, contempla seriamente la posibilidad de mantener la inclusión de Argentina al BRICS, aunque con una participación pasiva, recoge el medio argentino TN, que cita fuentes cercanas al partido La Libertad Avanza (LLA).
Ya durante la campaña, Milei había dejado muy claro sobre su rechazo al ingreso de Argentina al BRICS, que se hará efectiva a partir del próximo 1 de enero, al tiempo que aseguró que planeaba romper los nexos del país con Brasil y con China. “No voy a hacer negocios con ningún comunista. Soy un defensor de la libertad, de la paz y de la democracia. Los comunistas no entran ahí”, aseveró.
Sin embargo, el replanteamiento del presidente electo respecto al ingreso de Argentina al bloque, conformado por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica, se encuadraría en el tono moderado en política exterior que el libertario ha estado mostrando desde su elección. No en vano, esta misma semana, la posible futura canciller de Milei, Diana Mondino, mantuvo una reunión con el embajador de China en Argentina, Wang Wei, en la que se comprometieron a trabajar de forma conjunta.
Es una oportunidad y no un riesgo
La decisión de no cancelar la adhesión al BRICS de Argentina, respondería a una realidad que los expertos en el tema han expuesto al Gabinete de Milei: la de que el país “no está en condiciones de rechazar espacios de pertenencia”. Varias oficinas diplomáticas y académicas que son frecuentemente consultadas por el equipo de Milei consideran que el BRICS representa más una oportunidad que un riesgo.
“Muchos quisieran estar sentados en esa mesa y no pueden”, aseguró una de las fuentes a TN, explicando que el trabajo del BRICS no solo se lleva a cabo durante la cumbre anual de líderes, si no que requiere un trabajo previo de coordinación entre distintos sectores de cada uno de los países miembros, lo que permite una vinculación casi exclusiva con funcionarios representantes de esas naciones.
China es el segundo socio comercial de los BRICS, donde también participa Brasil, que es el primer socio de Argentina, por lo que mantener los vínculos con ambos países ayudaría no solo a sostener el mercado de las importaciones y exportaciones, sino también a impulsarlo.
Las fuentes añaden que la postura de ingresar y adoptar una posición moderada, también permitiría a Argentina ocupar un lugar en un grupo de influencia, sin exponerse a estar relacionado con socios incómodos para el nuevo