El alojamiento de cuatro estrellas fue el centro de operaciones del presidente argentino incluso después de asumir el cargo y el Gobierno aún no ha dado detalles sobre los pagos de la estadía
El mandatario argentino, Javier Milei, se mudará este lunes a la residencia presidencial tras meses hospedado en un hotel de lujo. Milei vivió durante el tramo final de la campaña electoral y su primer mes como jefe de Estado en un alojamiento cuatro estrellas en el centro de Buenos Aires. El Hotel Libertador ha sido el centro de operaciones del partido de Milei, La Libertad Avanza, hasta ahora, cuando el ultraderechista finalmente abandonará el establecimiento, según anunció el Gobierno. Medios nacionales afirman que el mandatario pagó parte del hospedaje con una tarjeta de crédito personal, pero la Casa Rosada aún no ha dado detalles sobre los gastos de la estadía a partir del 10 de diciembre, cuando Milei asumió la Presidencia.
El Hotel Libertador, una construcción de 20 pisos de la década de los setenta, está ubicado entre el centro financiero de Buenos Aires y uno de los barrios más ricos de la capital argentina. Mieli se instaló allí durante la campaña electoral, cuando aún era legislador, y esa ha sido su residencia los últimos meses. Allí festejaron sus seguidores con máscaras de león y motosierras de cartón la noche del 19 de noviembre, cuando el ultraderechista obtuvo el triunfo electoral con el 56% de los votos; allí se reunió Milei después con su Gabinete, con mandatarios extranjeros, con empresarios, con periodistas; a sus puertas también se movilizaron la semana pasada organizaciones sociales para reclamar por la crítica situación económica argentina, que se ha profundizado en lo últimos años, y para pedir alimentos para los comedores populares.
En este tiempo, el ultraderechista ha cambiado de piso y de habitación. Una investigación de elDiarioar, sin embargo, asegura que desde el 10 de diciembre el presidente ocupa la Junior Suite y tiene contratada una habitación contigua para sus custodios. El periódico afirma que entre el 22 de octubre, cuando fue la primera vuelta de las elecciones, y el 10 de diciembre, cuando Milei asumió como presidente, el ultraderechista pagó con su tarjeta de crédito tres millones de pesos, unos 7.600 dólares al valor oficial de ese momento (390 pesos por unidad de dólar), por la estadía. El precio que pagó por noche, según ese cálculo, es de 150 dólares. “Un precio altamente promocional”, señalan los periodistas. El valor actual de la Junior Suite es de 250 dólares, según figura en la página oficial del hotel.
Fue Karina Milei, hermana del ultraderechista, quien eligió que el hotel se convirtiera en el centro de campaña de La Libertad Avanza. “Lo buscó bien El Jefe, eh”, le dijo Milei a un periodista que lo entrevistó antes de su triunfo. El jefe es el apodo con el que Milei llama a su hermana menor, quien fue la estratega de su campaña y es hoy secretaria de la Presidencia, un cargo de gran confianza para el mandatario. Entre Milei y el periodista, en la pantalla, aparecía el nombre del establecimiento. El hotel recibió gran publicidad durante la campaña y hubo momentos en los que no era posible encontrar habitaciones disponibles.
La estadía de Milei en este alojamiento ha sido investigada por diferentes medios y cuestionada desde la oposición. Además de las dudas sobre el financiamiento, que la Casa Rosada ha asegurado que aclarará —afirman que no se usaron fondos públicos—, existen reparos sobre la cercanía de Milei con el empresario Eduardo Elsztain, propietario del hotel. Elsztain es presidente y accionista principal de IRSA, uno de los grupos inmobiliarios más grande del país y dueño de los principales centros comerciales. El empresario acompañó a Milei en su primer viaje a Estados Unidos como presidente y asistió a su toma de posesión como mandatario. Otro cuestionamiento surge por la difusión de las visitas que tuvo Milei en el establecimiento mientras fue presidente, una información que el Gobierno rechazó comunicar hasta ahora.
Milei regresó el fin de semana de un viaje a la Antártida, donde visitó la Base Marambio con parte de su Gabinete, y este lunes dormirá en la Quinta de Olivos, la residencia oficial de los presidentes argentinos desde 1955. La vivienda está ubicada en un predio de 30 hectáreas en la periferia norte de Buenos Aires, en la localidad de Olivos. La Casa Rosada, sede del Ejecutivo, en el centro de Buenos Aires, se ubica a 15 kilómetros de esa quinta. El portavoz presidencial, Manuel Adorni, informó en la rueda de prensa diaria del Gobierno que esta semana el presidente continuará haciendo las reuniones de Gabinete el martes y el jueves en la Casa Rosada. “Es algo dinámico”, avisó, sin embargo, el portavoz porque Milei manifestó durante la campaña su intención de Gobernar desde Olivos y no desde la Casa Rosada.
Las reformas a la residencia, que los presidentes hacen antes de entrar a vivir allí, en parte se demoraron por la construcción de caniles para los cuatro mastines de Milei, que están en una guardería desde que el ultraderechista se instaló en el Hotel Libertador. “Algunos pesan más de cien kilos, la idea era poder adaptar algunas estructuras para que mis hijitos puedan estar lo mejor posible”, dijo el presidente este domingo en una entrevista radial. La mudanza del presidente urgía porque la residencia no puede estar deshabitada más de 30 días seguidos, según apunta el diario Página/12. Ese plazo termina el 10 de enero, cuando se cumple un mes desde que el anterior inquilino, el peronista Alberto Fernández, dejó oficialmente la quinta presidencial.