Según informó el sábado el periódico local Heute, citando a la Policía de Austria, los manifestantes denunciaron el alto costo de vida y las medidas del Gobierno como su “agenda globalista”. Otra protesta, llamada “marcha de los patriotas” también tuvo lugar en el centro de Viena (capital).
Hubo una fuerte presencia de seguridad a lo largo de las rutas de los manifestantes, y ambos eventos transcurrieron sin incidentes.
Los manifestantes acusaron al Gobierno austriaco de dejar a su propio pueblo y trabajar en interés de los “globalistas”. Algunos activistas denunciaron la vacunación obligatoria contra la COVID-19, causante de coronavirus, pero el tema dominante fue el aumento vertiginoso de los precios de la energía y la crisis inflacionaria.
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Miles de personas protestan en España y otros países europeos, por el aumento del costo de la vida, agravado tras el inicio de la operación rusa en Ucrania.
También pidieron el levantamiento de las “sanciones suicidas”, en una aparente referencia a las medidas punitivas impuestas a Rusia a raíz de su operación militar en Ucrania. Otros denunciaron el “belicismo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)” y un impulso percibido para la militarización en Europa en general.
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Los precios de la gasolina subieron cerca de un 20 % en los países europeos tras el inicio del conflicto en Ucrania y debido a las sanciones impuestas contra Rusia. En este contexto, los países del sur de la Unión Europea (UE), han pedido al bloque adoptar políticas energéticas comunes ante el aumento de los precios y la necesidad de reducir la dependencia de Rusia.
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El sábado, al menos 70 000 personas asistieron a una marcha en Praga, la capital checa, para exigir que el Gobierno asegure contratos directos con los proveedores de gas, incluida Rusia, con el objetivo de reducir los precios disparados de la energía. También pidieron que la República Checa se volviera militarmente neutral y denunciaron a la Alianza Atlántica y la UE.
